Agentes de la Policía Foral de Tafalla y de la Brigada de Protección Medioambiental de Pamplona investigan a un apicultor de Villafranca de 50 años, cuyas abejas atacaron a cuatro mujeres que paseaban por la zona a caballo.
Los hechos, ha informado la Policía Foral, sucedieron cuando cuatro mujeres realizaban una excursión a caballo organizada por una hípica de la zona por un camino rural cercano a Tafalla.
Al pasar por una finca, han declarado, las cuatro jinetes fueron atacadas por una nube de miles de abejas que les dieron numerosos picotazos en diversas partes del cuerpo como cabeza, orejas, cuello, mejillas e incluso párpados.
Una de las afectadas huyó corriendo hasta una acequia llena de fango, donde se cubrió casi con totalidad para no ser atacada, pero necesitaba mantener la cabeza fuera para respirar y por ello no pudo evitar recibir picotazos en el rostro y el cuero cabelludo.
Otra de las afectadas cayó del caballo durante el ataque y sufrió la rotura de una vértebra.
Ni los agentes de la Policía Foral pudieron bajar del coche tras localizar las colmenas por la gran cantidad de abejas
En ese momento, las jinetes pidieron auxilio por teléfono a los responsables de la hípica, que acudieron inmediatamente y tuvieron que envolverse la cabeza con prendas de ropa para evitar las picaduras y ayudar así a las clientas y a los caballos.
Según la guía de la hípica, las colmenas no se encontraban allí el día anterior, ya que había realizado la misma ruta con otros clientes sin ningún percance.
Los caballos también sufrieron múltiples picotazos de abejas fundamentalmente en la zona de espalda, cuello y cabeza que les provocaron inflamación y dolor en las zonas afectadas, así como falta de apetito y dificultad de movimiento. Las víctimas recibieron asistencia médica en el centro de salud de Tafalla.
En primera instancia, acudió al lugar la Policía Municipal de Tafalla junto al Guarda de Medio Ambiente del propio Ayuntamiento, y posteriormente se hizo cargo de las indagaciones la Policía Foral.
Una patrulla de Tafalla se personó en el lugar y comprobó cómo, antes de localizar las colmenas, una gran cantidad de abejas golpearon de forma virulenta los cristales del vehículo policial. A unos metros localizaron alrededor de 50 colmenas con una gran nube de abejas.
A los agentes les resultó imposible salir del vehículo para comprobar si las colmenas tenían algún tipo de identificación o si había alguna señalización que advirtiera de la presencia de las mismas.
Posteriormente, agentes del Grupo de Investigación Medioambiental inspeccionaron el lugar e identificaron la explotación y a su propietario, al que denunciaron por instalar las colmenas sin respetar la distancia mínima exigida a un camino vecinal y por carecer de la autorización correspondiente del Ayuntamiento de Tafalla.
También fue denunciado por instalar una explotación ganadera (colmenas) en la zona periférica de protección de la Reserva Natural de la Laguna del Juncal (RN-33) de Tafalla para polinizar un campo de colza, sin tener la correspondiente autorización administrativa del Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra.
Finalmente, se le investiga como presunto autor de un delito de lesiones por imprudencia.