El titular de esta organización ha hecho especial hincapié en que “no podemos permitir que se reduzcan los niveles de inspección, ya que tenemos la obligación de garantizar la seguridad alimentaria y un alto nivel sanitario a los productos hortofrutícolas que consumen los ciudadanos europeos”.
Además, Gálvez Caravaca ha subrayado que “a pesar de la enorme globalización que existe en los mercados internacionales, la calidad es un parámetro indispensable que tenemos que preservar, y las inspecciones de calidad tienen que ser las mismas a todos los productos hortofrutícolas que entran en Europa”.