En tiempos revueltos en el mundo del ibérico, un proyecto innovador ha llevado hasta Arcos de la Frontera (Cádiz) una explotación de cría de cerdos ibéricos puros. Un modelo innovador, y que es un reflejo del necesario relevo generacional, que se sitúa lejos de la dehesa, pero muy cerca de los olivos.

Diego González, más conocido como ‘Pijín’ de Arcos, es un agricultor de esos que han heredado la profesión, que desde chico está metido en los sembrados, las cosechas y todo lo que tenga que ver con los cultivos y la actividad en el campo. Se puede decir que lleva el conocimiento y la pasión por la agricultura en el ADN.

Ibéricos entre olivos

De la agricultura, y también de la ganadería, porque tanto él como sus hijos, Laura y Juan Diego, jóvenes en proceso de incorporación a la actividad, se han embarcado en un proyecto en el que apuestan por la diversificación. En concreto, han puesto en marcha una explotación ganadera para la cría de cerdos ibéricos puros en Sierra Valleja. Y los ‘Pijines’ lo tienen claro: el cerdo ibérico de Arcos va a por todas, con la calidad y la pureza como bandera.

Los cerdos ibéricos puros que han venido a Arcos para quedarse se encuentran en un lugar espectacular por las vistas –desde la explotación de los González se aprecia todo el paisaje de la vega de Arcos y pueblos colindantes-, así como por los olivos que protagonizan el monte, donde los cerdos se encuentran a sus anchas en un entorno natural muy en consonancia con las dehesas extremeñas de Monesterio (Extremadura), de donde proviene el ganado adquirido por Diego González para poner en marcha su explotación ganadera.

Los ‘Pijines’ van sin prisa pero sin pausa. Saben lo que quieren y trabajan duro para conseguirlo. La finca de Sierra Valleja es arrendada y los trabajos de adecentamiento y acondicionamiento para tener una explotación ganadera sobresaliente son continuos. De hecho, ya llevan más de un año invirtiendo y trabajando para tener una explotación modelo.

Primeras crías 100% ibéricas en febrero

De momento, ya tienen un verraco y doce hembras que adquirieron el pasado mes de junio  y que ya están preñadas. Así que, a priori, en el mes de febrero –después de tres meses, tres semanas y tres días, que es lo que dura la gestación en los porcinos- nacerán los primeros lechones cien por cien ibéricos de Arcos.

Hay que destacar en este sentido que estos cerdos tienen pedigrí, es decir, que provienen de un muy buen libro genealógico. Y es que la ganadería donde fueron comprados tiene en su haber numerosos premios en la más reconocida de las ferias de ganado ibérico, la de Zafra. “La pureza de esta línea es la que tenemos y la que queremos seguir”, comentan Juan Diego y Laura González, ambos muy ilusionados con este proyecto que ha iniciado su padre y en el que se van a volcar de lleno.

Los ibéricos de Arcos van a dar mucho que hablar porque los ‘Pijines’ están dispuestos a criar los mejores. En principio, se van a dedicar a vender las crías con tres meses para montanera. De cara al futuro, no descartan nada, pero son prudentes. Primero trabajar mucho. En eso se ve que don Diego les ha enseñado bien.

(Texto y fotos: Coag Cádiz)

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