La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos COAG de Sevilla, alerta de la indignación y sorpresa de los floricultores sevillanos afectados por la tormenta Bernard, que a pesar de los daños sufridos y la dramática situación en la que se quedaron tras la tormenta del mes de octubre se han quedado fuera de unas ayudas que sólo se han destinado a la provincia de Cádiz.
El secretario general de COAG Andalucía, Miguel López, tras conocer la orden del Consejo de Gobierno andaluz, ha solicitado una reunión a la Consejería de Agricultura para, ante la buena disposición presentada por la administración, encontrar una solución a estos agricultores.
Por su parte, Ramón García, secretario provincial de COAG Sevilla, ha señalado que los floricultores del bajo Guadalquivir han recibido esta noticia “como si de una inocentada se tratará”.
Y añade que “la catástrofe, acontecida este pasado octubre tras el paso de la borrasca Bernard, tiró al suelo gran parte de los invernaderos, los agricultores vieron cómo la techumbre literalmente volaba y desaparecía, como las infraestructuras de acero eran arrastradas y como su flor cortada se quedaba al raso, sin protección”, en los días previos al Día de Todos los Santos, donde se concentra parte importante del volumen de venta de la campaña.
Asimismo, García insiste en que “estos floricultores que venían sufriendo los rigores de la sequía, que han hecho un sobreesfuerzo para regar, un sector que es el mayor productor de clavel y clavellina de Andalucía y que habiéndolo perdido todo, como los floricultores de otras provincias, han recibido el mazazo de que sus pérdidas no serán indemnizadas”.
Los floricultores sevillanos se preguntan por qué han sido considerados ciudadanos de tercera categoría y no tienen derecho a recibir unas ayudas por los daños ocasionados por daños ocasionados por la tormenta Bernard si la velocidad del viento en esta zona fue superior a 104 km/h, si forman parte de Europa y tributan igual que en el resto de provincias.