EFE.- La Guardia Civil se ha incautado en Terrassa (Barcelona) de 700 ejemplares de diferentes especies de aves cantoras, entre ellas de pinzón, jilguero, verderón y pardillo, que se encontraban en jaulas y cajas de cartón en unas condiciones inadecuadas y que iban a ser vendidos de forma ilegal.
El poseedor de los animales, de 55 años, explicó a los agentes del Seprona que se dedicaba a vender los pájaros, por lo que fue denunciado como supuesto autor de una infracción administrativa de la Ley de Protección de los Animales, ha informado hoy el instituto armado por medio de una nota de prensa.
La Guardia Civil realizó la inspección en el inmueble tras montar un dispositivo de vigilancia y comprobar que existía un trasiego importante de entradas y salidas de personas que portaban jaulas en las que normalmente se transportan estos animales.
En el registro, realizado el pasado 30 de agosto, se hallaron los animales en jaulas y cajas apiladas sin luz ni ventilación.
Los ejemplares fueron trasladados al Centro de Fauna Autóctona de Torreferrusa, dependiente de la Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad de la Generalitat, donde serán examinados y clasificados y, una vez lo permita su estado de recuperación, devueltos al medio natural.
La Directiva 2009/147/CE, de 30 de noviembre de 2009, relativa a la conservación de las aves salvajes, establece la prohibición de capturar pájaros salvajes, pero prevé que los Estados miembros pueden introducir excepciones.
Así, la Ley 42/2007 del patrimonio natural y biodiversidad prohíbe la captura en vivo y la posesión de animales salvajes, pero también prevé que esta prohibición puede quedar sin efecto, previa autorización administrativa de la comunidad autónoma.
En Cataluña, la Orden AAM/29/2011 dejó sin efecto el régimen de captura en vivo de pájaros fringílidos para actividades tradicionales.
Únicamente aquellas personas que los capturaron legalmente en años anteriores pueden mantener su posesión y participar en concursos de canto, siempre con la autorización de la Sección de Conservación de la Natura, y para ello es condición indispensable ser miembro de una sociedad pajarera y poseer tarjeta federativa y licencia de caza.
Además, recalcan las misma fuentes, en ningún caso, ni siquiera disponiendo de la documentación citada, se pueden realizar operaciones comerciales tales como su compra o venta.