En el reconocimiento que realizaron los agentes de la Guardia Civil, junto con tres vigilantes del coto de caza de Malagón, también habían encontrado un cepo de grandes dimensiones que estaba oculto bajo la tierra y atado a una rama.
El dispositivo establecido permitió que fuera detenido J.L.P.I., de 46 años y vecino de la aldea Cristo del Espíritu Santo, cuando acompañado por otras dos personas, miembros de su familia, se acercaron al lugar a comprobar el cepo.
En ese momento, los agentes encontraron en el interior del vehículo las llaves y herramientas necesarias para el montaje de cepos, así como una lata de aceite vacía y una azadilla para enterrarlos.
El imputado, una vez fue sorprendido por el Seprona, informó del lugar en el que habían colocado un segundo cepo, que fue retirado inmediatamente por los agentes.
El lugar en el que se produjeron estos hallazgos es una zona de gran valor ecológico, cuyos recursos cinegéticos se explotan bajo la figura de coto privado de caza, actualmente gestionado por el Ayuntamiento de Malagón.
Esta zona es frecuentada por excursionistas que disfrutan de la naturaleza, por lo que con la retirada de estos cepos se ha evitado que alguna persona pudiera sufrir algún accidente grave al pisarlos.