La empresa ha procedido a retirar esos productos, elaborados por su suministrador habitual Dafgard, el mismo que facilitó las populares albóndigas de Ikea con carne de caballo.
Al escándalo de entonces, ocurrido en febrero, siguió otra operación parecida en China, cuyas autoridades ordenaron en marzo detener las exportaciones de pasteles de almendra de Ikea tras detectarse un alto porcentaje de bacterias.
Según el diario sueco ‘Svenska Dagbladet’, se estima que la empresa tiene almacenadas unas 10.000 toneladas de lasaña de alce y hasta ahora han sido retirados del mercado unos 17.600 paquetes del producto.
Dafgard produce las lasañas y albóndigas para la mayor parte de las divisiones nacionales de Ikea en Europa, excepto las de algunos países como Noruega o Suiza, que recurren a proveedores locales.
El año pasado Ikea facturó 1.300 millones de euros en sus restaurantes, lo que supone el 5% de sus ingresos.