Según ha detallado a Efe la directora de este equipo, se trata de la primera investigación mundial sobre la interacción entre los genomas de una planta -la "Arabidopsis thaliana"- y de un ácaro -la araña roja, "Tetranichus urticae"-, que produce daños en la agricultura por valor de 1.000 millones de dólares al año.
La molécula "indol-3-glucosinolato" está presente en la planta sobre la que se ha hecho esta investigación genómica y en otras como el brócoli, ha explicado Grbic, y, además de no ser tóxica ni nociva para los humanos, se le atribuyen propiedades antioxidantes e, incluso, anticancerígenas.
Se trata de un azúcar que este ácaro no es capaz de digerir
Esta molécula es un glucósido, es decir, un azúcar que este ácaro no es capaz de digerir, por lo que su ingesta le provoca la muerte, ha añadido esta investigadora.
Muchas plantas almacenan productos químicos importantes en forma de glucósidos inactivos y si son necesarios, se hidrolizan en presencia de agua y una enzima, lo que genera azúcares importantes en el metabolismo de la planta, según Grbic, quien ha indicado que muchos glucósidos de origen vegetal se utilizan como medicamentos.
Ha precisado que la mayoría de los estudios genéticos moleculares dirigidos a la defensa de las plantas a plagas se habían centrado hasta ahora en los ataques de los insectos.
Sin embargo, los ácaros también son plagas que producen múltiples daños en las hojas de las plantas, favorecidos en los últimos años por el calentamiento global.
Además, ha aumentado su resistencia contra los acaricidas, entre dos y cuatro años, por lo que esta investigación supone una fórmula eficaz de "lucha biológica", que evita el uso de pesticidas y fitosanitarios contra las plagas, ha agregado esta investigadora.
Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista "Plant Physiology Review de la American Society of Plant Biologists"