Según el director del IMIDA, Adrián Martínez, “las recientes publicaciones en el campo de la nutrición y fisiología vegetal son fruto de una intensa colaboración científica con otras instituciones públicas y privadas”.
“Esto nos permite, por un lado, ser capaces de identificar con detalle los mecanismos y procesos metabólicos que son alterados cuando las plantas sufren estrés abiótico, como la salinidad o la sequía, y por otro, aplicar este conocimiento para resolver problemas a los que se enfrentan los cultivos”, añadió.
En este sentido, apuntó que “los proyectos de investigación van de la mano de empresas y agricultores, en una constante labor del IMIDA para resolver problemas, optimizar procesos y valorizar la producción agraria.”
Por su parte, Francisco del Amor, investigador principal del citado proyecto, señaló que han observado que el comportamiento de los cultivos frente a una modificación de la concentración de CO2 atmosférico es completamente distinto, y tanto el crecimiento como la demanda de agua y fertilizantes son alterados de forma significativa.
Destacó asimismo que el reciente trabajo ha descubierto la implicación directa de varias hormonas, como el ácido indolacético y las citoquininas, en la regulación del crecimiento y la aminoración del estrés salino bajo condiciones de elevado CO2.
Esta alteración, concluyó, desencadena cambios en la demanda de nitrógeno y la tasa fotosintética de las hojas que debemos de tener en cuenta para optimizar la producción de los cultivos.