EFE.- Uno de estos dos linajes ha aparecido casi exclusivamente en el suroeste peninsular, que incluye buena parte de Extremadura, mientras que la otra familia genética está situada hacia el nordeste de la península, según explica la UEx en un comunicado.

El estudio, publicado en la revista "Biodiversity and Conservation", ha llegado a esta conclusión tras utilizar el ADN "mitocondrial" de la especie.

Los dos linajes de ciervo ibérico tienen un grado de divergencia genética "importante" entre ellos, y están originados en las poblaciones que permanecieron aisladas durante la última era glaciar, ocurrida entre 20.000 y 14.500 años atrás.

Para Fernández-García, investigador miembro del Grupo de Investigación Biología y Etología (Bioeto) de la UEx, el hallazgo contribuirá al conocimiento de la especie y de su diversidad genética dentro de la Península Ibérica y de Europa.

También influirá en el establecimiento de prioridades y ámbitos de aplicación en planes de conservación de la diversidad genética; y estimar el papel que los seres humanos "han jugado y juegan" en la alteración del patrimonio genético por "hibridación" con ejemplares foráneos.

La investigación surgió a raíz de la recomendación de la "International Union for Conservation of Nature" (IUCN) de esclarecer, mediante investigación sistemática, la historia y genética de todas las poblaciones de ciervos europeos.

Inicialmente, la investigación tenía como objetivo estudiar al ciervo ibérico como una subespecie de ciervo; sin embargo, durante la fase de documentación del estudio, se encontraron referencias que sugerían varios grupos diferentes de la especie.

Según el investigador de la Universidad de Extremadura, "los resultados fueron una sorpresa, pues desde hace unos años se venía hablando de la subespecie ibérica en singular -Cervus elaphus hispanicus-".

El ADN "mitocondrial" y su modo de evolución hacen de él una molécula "ideal" para el análisis de las "filogenias" y la distribución espacial de los linajes de las especies animales, según indica la UEx.

La reconstrucción de la "filogenia" del ciervo ibérico a través de las mutaciones en la secuencia del ADN "mitocondrial" y su comparación con las de otros ciervos europeos ha permitido determinar dos linajes genéticamente divergentes.

La magnitud de la diferencia entre ambos grupos es "similar o incluso superior" a la que existe entre ellos y otros grupos genéticos del norte de Europa, donde se encuentran las subespecies de ciervo más emparentadas con los ciervos ibéricos.

Durante la última era glaciar, algunos grupos de ciervos de la especie "Cervus elaphus" sobrevivieron en algunas zonas de España y del sur de Francia, gracias a los llamados refugios glaciares.

Así, los dos grupos genéticos de ciervos ibéricos debieron originarse en aquellas poblaciones que históricamente permanecieron aisladas, en 2 de estos refugios; para luego, al desaparecer los hielos, extenderse.

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