El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, ha valorado el acuerdo sobre las normas de la agricultura ecológica alcanzado en el último trílogo porque -«asumiendo que sea aprobado por los ministros de Agricultura y el Parlamento Europeo»- traerá «normas más simples que nivelarán las reglas de juego en la UE».

En su última entrada al blog de la Comisión Europea (CE), Hogan ha mostrado su satisfacción por que al final haya sido posible llegar a este pacto, a pesar de haber tenido serias reservas de que fuera posible, tras más de tres años de conversaciones.

El acuerdo «dará un gran impulso a uno de los sectores agroalimentarios más dinámicos de Europa»

El 28 de junio, tras más de 10 horas de trílogo (negociaciones a tres bandas: Comisión, Consejo y Parlamento europeos), se alcanzó un acuerdo preliminar, que una vez pasado por la aprobación formal que resta supondrá que el conjunto del sector bio y de la agricultura ecológica tendrá un nuevo reglamento que entrará en vigor en julio del 2020.

El comisario ha señalado que, a pesar de las diferencias puestas sobre la mesa en estos últimos meses, había una cosa en la que todos estaban de acuerdo: la actual reglamentación, que ya tiene 20 años, no era la adecuada e incluso obstaculizaría el desarrollo de este sector en constante crecimiento.

Para Hogan, el pacto «dará un gran impulso a uno de los sectores agroalimentarios más dinámicos de Europa».

Durante la última década, la superficie de agricultura ecológica de la Unión Europea (UE) ha aumentado en unas 500.000 hectáreas al año y, aún así, representa sólo el 6,2% del total de la superficie agrícola utilizada, por lo que «hay mucho espacio para seguir creciendo».

En 2015, había casi 185.000 explotaciones ecológicas en toda Europa y alrededor de 306.500 productores, procesadores e importadores ecológicos en la UE; cifra que continúa en aumento a medida que se incrementa la demanda de los consumidores.

«Los principios ahora acordados, si son apoyados por los colegisladores, beneficiarán tanto a los agricultores como a los consumidores», porque «la agricultura ecológica también ayuda a la UE a cumplir sus compromisos de desarrollo sostenible y sus objetivos en materia de cambio climático», defiende.

Un conjunto más simple de normas «nivelará el campo de juego» y eliminará las disparidades deo los diferentes Estados

En su opinión, un conjunto más simple de normas «nivelará el campo de juego» y eliminará las disparidades en cómo los diferentes Estados miembros regulan el sector.

Además, se mejorará el control de la aplicación de estas normas, «tan importantes para la confianza de los consumidores en el sector», que incluye por primera vez a los minoristas ecológicos, y los controles sobre los productos orgánicos importados «también serán más duros».

Las futuras normas, explica, ampliarán significativamente el ámbito de aplicación de la reglamentación de los productos (por ejemplo, sal, corcho o cera de abejas) e introducirán nuevas normas de producción (ciervos, conejos o aves de corral).

Las nuevas normas también aliviarán la carga que pesa sobre las empresas que quieren cumplir con la certificación orgánica, en particular las pequeñas empresas, ya que permitirá a grupos de productores de la UE solicitar la certificación conjunta por primera vez, recuerda.

Concluye su entrada en el blog con un agradecimiento a la presidencia maltesa de la UE, que representa a los Estados miembros; al negociador principal en nombre del Parlamento Europeo, Martin Häusling; y a sus «colegas» en la DG Agri por «conseguir este importante acuerdo».

×