EFE.- Esta es una de las principales conclusiones derivadas de la I Expedición "El Hierro Profundo 2011", que llevan a cabo del 11 al 19 de junio los cámaras y fotógrafos subacuáticos Rafael Herrero, Eduardo Acevedo, Andrea Casini y Jordi Mateo, este último especialista en buceo profundo en los fondos de La Restinga.

Según estos especialistas, El Hierro se adentra en el océano Atlántico "portando en sus laderas marinas un paisaje volcánico cubierto de vida centenaria.

"Por debajo de los 50 metros de profundidad un mundo de coral se adentra en las profundidades, vistiendo a la roca con miles de corales de una gran belleza", afirma Acevedo.

Para ellos, la isla reúne todas las condiciones para ser un importante observatorio de los fondos marinos, que alcanza grandes profundidades a escasos metros de la costa, lo que facilita su estudio y documentación.

El equipo efectúa estos días inmersiones profundas desde la cota de 50 a los cien metros para filmar y fotografiar la vida y las diferentes comunidades que habitan en esas profundidades en las aguas de El Hierro.

Este tipo de inmersiones tienen gran complejidad debido a la gran profundidad a la que se realizan y durante la expedición se utilizarán aparatos de circuito cerrado que permiten a los buceadores bajar a los cien metros con total seguridad.

Estos aparatos tienen la peculiaridad, frente a los equipos tradicionales, de que reciclan el gas exhalado por el buceador, por lo que permiten un mayor acercamiento a la vida marina al no soltar burbujas y, además, un mayor tiempo y autonomía bajo el agua.

Pero los miembros del equipo tendrán un problema añadido, la narcosis o borrachera de las profundidades, ya que a partir de los 40 metros el nitrógeno que contiene el aire atmosférico se vuelve tóxico y tiene que ser reemplazado por helio, formando un gas respirable a gran profundidad que se llama "trimix".

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