EFE.- La investigación se inició gracias a la colaboración ciudadana cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita recibió varios avisos alertando de unas supuestas irregularidades sobre el estado del ganado porcino en una explotación de Calasparra.

Los agentes se coordinaron con inspectores veterinarios de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de la Comunidad Autónoma para trasladarse hasta la granja y llevar a cabo las pertinentes comprobaciones.

En la granja, los agentes verificaron la existencia de más de medio centenar de cadáveres de cerdos, así como numerosos restos óseos de ganado porcino almacenados irregularmente.

Además, comprobaron la documentación de la explotación en cuanto a la retirada y gestión de material específico de riesgo (MER), ya que había sido realizado en condiciones indebidas, con el consiguiente riesgo sanitario.

La granja denunciada, que se encontraba inscrita en el Registro de Exploraciones Ganaderas (Rega), albergaba aproximadamente un millar de cabezas de ganado porcino destinado a consumo.

Finalmente, los guardias civiles denunciaron una decena de infracciones a la Ley 2/2011, de Residuos, Ley 1/2001, de Aguas, Ley 4/2009, de Protección Ambiental Integrada y Ley 8/2003, de Sanidad Animal, por deficiencias en cuanto a la gestión de residuos de la granja, el cercado perimetral, las instalaciones de las balsas de purines y la carencia de parte de la documentación preceptiva para el desarrollo de esta actividad.

Tras la práctica de las actuaciones, los agentes han verificado que los restos hallados ya han sido retirados y gestionados como establece la legislación vigente.

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