DICYT.-El Simposio Internacional de Gestión Forestal del Recurso Micológico, que se celebra estos días en Valladolid, ha contado hoy con la participación de un experto del Campus de Palencia, el director de la Cátedra de Micología Juan Andrés Oria, quien ha profundizado en la micoselvicultura y multifuncionalidad de los bosques.
En palabras recogidas por DiCYT, el docente e investigador ha hecho hincapié en que la realización de tratamientos en los bosques favorece no sólo la proliferación de hongos comestibles, un recurso con gran potencial para el mundo rural, si no también la biodiversidad en general.
El especialista ha puesto como ejemplo uno de los hábitats que llevan años estudiando. “Nos interesa promover la riqueza y productividad de los hongos en los montes y esto conlleva considerar una gran cantidad de hábitats. Uno de los más peculiares que tenemos cerca son los matorrales de cistáceas productores de setas apreciadas, como el Boletus edulis”, ha detallado. Se trata de matorrales capaces de producir gran cantidad de especies de hongos comestibles, en particular Boletus edulis, en un corto espacio de tiempo.
En este sentido han observado que realizar un tratamiento de este matorral, como es el desbroce alternado, “favorece la producción de distintos recursos micológicos a la vez que evita que se extiendan los incendios”. Además, el desbroce alternado propicia que el ecosistema “se vea ocupado por muchas especies de animales como liebres, conejos o perdiz roja, que a su vez son el cazadero de especies de aves amenzadas”. De la misma manera, “estas intervenciones de rejuvenecimiento de matorral permiten la producción de recursos naturales como los productos apícolas o el polen (un recursos que se exporta y que tiene un valor elevado)”.
No obstante, se ha comprobado que cuando estos matorrales de cistáceas se dejan de tratar “dejan de producirse setas y terminan muriendo”. Así, este peculiar hábitat del ámbito mediterráneo, muy extendido en comarcas de Castilla y León, “en caso de abandono total incita la disminución de muchos recursos y en particular de los hongos”.
Por ello, el experto propone que se tomen medidas que permitan la producción de recursos variados a la vez que mantener la biodiversidad. “La micoselvicultura puede proporcionar herramientas y bases para la gestión de hábitats que de otra manera no tendrían una justificación”, asegura.
La importancia del sector en Castilla y León
Los hongos silvestres comestibles han sido utilizados históricamente con fines alimenticios y medicinales por muchas y diferentes culturas en todo el mundo. Hoy en día más de 80 países aprovechan 2.300 especies de las que sólo una pequeña parte se comercializan.
Castilla y León es una de las regiones más importantes del mundo en recursos micológicos. Su territorio forestal presenta una gran aptitud para la producción y el aprovechamiento de hongos silvestres comestibles, entre los que se encuentran las especies más apreciadas en el mercado mundial como boletus, trufas y níscalos entre otras. Se estima una producción media anual bruta de 31.000 toneladas anuales, de las que tan sólo una pequeña parte se recolectan y comercializan.
En la actualidad, la recolección de setas implica al 54% de la población rural de Castilla y León. El 14por ciento de dicha población vende el producto recolectado. En años de climatología favorable podrían llegar a recolectarse y comercializar 17.000 toneladas de hongos silvestres lo que supone una generación potencial de rentas directas a los recolectores de 65 millones de euros.