En estos momentos, la producción neta de los mataderos de Guijuelo no es tan grande como durante los meses de enero, febrero o marzo, en plena campaña de sacrificios, por lo que esos otros mercados, han podido absorber esa producción. Otra cuestión es qué pasaría en esa época tan importante de matanzas si finalmente se mantiene el veto ruso a la carne de esta zona.

   Sin embago no todo son malas noticias, sino que en la reciente asamblea de Ancoporc (Asociación Nacional de Comerciantes de Ganado Porcino) se hablaba de las posibles consecuencias de este veto aunque su director, Sergio Fernández, aclaraba que «de momento hay que ser muy prudentes con los datos, esto va más lento de lo esperado y las autoridades siguen negociando pero lo que sí se ha comprobado es que el relevo de Rusia lo han tomado los mercados chinos o japoneses».

   Fernández insistió en la importancia de «explorar otros mercados y sobre todo, dar un valor añadido a nuestros productos más que a la cantidad. Es muy importante tener un valor diferencial».

   En este caso, se trataría de los denominados subproductos, las vísceras, ya que en el caso del tocino, la materia que trabaja Guijuelo con Rusia, los mercados se han desviado hacia Francia, Italia, Hungría o Polonia.

 

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