La producción de carne de pollo y pavo en España ha crecido notablemente en los últimos años, lo que ha generado un aumento en los residuos orgánicos que provienen de las granjas avícolas. Subproductos como la pollinaza y la pavinaza (excrementos de aves) suponen un reto ambiental, pero también una oportunidad para mejorar la eficiencia del sector y avanzar hacia una producción más sostenible. Con el objetivo de convertir los residuos en recursos de valor, nace el Grupo Operativo SIMBAV.

Se trata de una iniciativa de alcance supra-autonómico y enfoque multidisciplinar que impulsa la economía circular y la digitalización en el sector. Su principal propósito es mejorar la eficiencia productiva y fortalecer el compromiso con la sostenibilidad ambiental.

La iniciativa está liderada por la Fundación Empresa-Universidad Gallega (Feuga), con la coordinación técnica del centro tecnológico EnergyLab, y cuenta con la participación de empresas, centros de investigación y universidades de Galicia, Castilla y León y la Región de Murcia, entre ellos: Demaux Manufacture, Granja José Antonio García, Avícola El Charcón, Bodega Hermanos del Villar (Oro de Castilla), Asociación Castellano-Leonesa de Empresas de Avicultura (Asclea), Cebas-CSIC y Universidad de Vigo (Grupo de Tecnología Energética – GTE) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC).

El Grupo Operativo SIMBAV trabaja en la transformación de los residuos avícolas y agrícolas en recursos útiles como biocombustibles y fertilizantes naturales. Al mismo tiempo, impulsa la digitalización de las explotaciones mediante el uso de sensores, cámaras y sistemas inteligentes que permiten mejorar el bienestar animal, reducir los costes de producción y optimizar el uso de recursos como el agua y la energía. Además, el proyecto busca reducir el impacto ambiental de las granjas, fomentando la economía circular y la eficiencia energética.

El proyecto comienza con la digitalización de las granjas a estudio con la instalación de sensores y la implementación de algoritmos predictivos que permitan la detección temprana de enfermedades para conseguir una reducción en la mortalidad de las aves.

Paralelamente, se actuará sobre el consumo energético y de agua de las explotaciones a estudio. Por una parte, se instalará un sistema de secado y combustión/gasificación de la pollinaza y la pavinaza mezclados con poda de vid para lograr un aprovechamiento energético de estos residuos, reduciendo las necesidades energéticas de las explotaciones. Por otra, se desarrollarán medidas para reducir en el consumo de agua de la red, actuando sobre las actividades que demandan un mayor volumen de este recurso. Con todo ello se podrá evaluar el porcentaje de ahorro en los costes energéticos globales de las explotaciones que se conseguirían con la solución propuesta.

SE PREVÉ UNA DISMINUCIÓN DEL 60% EN EL CONSUMO DE FERTILIZANTES INORGÁNICOS GRACIAS A LA UTILIZACIÓN DE LAS CENIZAS GENERADAS EN EL PROCESO DE COMBUSTIÓN

De la valorización energética desarrollada en el proyecto se obtendrán subproductos, en los cuales se identificará su composición y su capacidad de aportar nutrientes al suelo, reduciendo de este modo las cantidades de fertilizante inorgánico a emplear en los cultivos.

Los indicadores del proyecto del Grupo Operativo SIMBAV calculan que se recuperará, al menos, el 50% de la energía térmica de los biocombustibles con la optimización del sistema de combustión para su uso en el sector avícola, además de una reducción de entre un 20% y un 50% en el consumo de agua de red de la explotación.

También se prevé una disminución del 60% en el consumo de fertilizantes inorgánicos gracias a la utilización de las cenizas generadas en el proceso de combustión y al desarrollo de un fertilizante líquido con base en las cenizas.

Con el desarrollo exitoso del proyecto SIMBAV se posibilitará que las explotaciones avícolas consigan optimizar la productividad de la explotación mediante un mayor control del proceso, la mejora del bienestar animal, el aprovechamiento de sus recursos y el incremento de su eficiencia energética, lo que contribuirá a la mejora del sector en términos de innovación, competitividad económica e impacto ambiental.

×