Grupo Lence, empresa familiar 100% gallega, única empresa gallega entre las tres que más leche recoge en Galicia y entre las ocho primeras lácteas que operan en España, ha celebrado este martes 30 en el Espacio Avenida de A Coruña, cedido por Abanca, la tercera edición del Foro Activistas por un futuro rural, una cita que se consolida como referente para dar voz al medio rural y abrir espacios de diálogo entre instituciones, sector primario, industria, distribución y sociedad civil.

La inauguración del foro ha estado a cargo de Carmen Lence, presidenta de Grupo Lence, quien estuvo acompañada por María Quintana, directora xeral de Promoción da Igualdade de la Xunta de Galicia; Valentín González Formoso, presidente de la Diputación de A Coruña; y Pedro Blanco, delegado del Gobierno en Galicia. Todos ellos coincidieron en la importancia de apoyar iniciativas que contribuyan a visibilizar los retos del rural, fomentar el relevo generacional y garantizar su sostenibilidad social, económica y medioambiental.

PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS DEL I OBSERVATORIO ACTIVISTAS DEL RURAL

En este marco, se han presentado los resultados del I Observatorio Activistas del Rural, un informe impulsado por Grupo Lence y diseñado y ejecutado por la consultora ATREVIA. Para su elaboración, ha contado con la participación de más de 200 personas de las cuatro provincias gallegas y, en sus resultados, refleja de manera nítida los desafíos y oportunidades del campo.

Entre las principales conclusiones, el estudio destaca que el 96,6% de los encuestados considera que el relevo generacional no está garantizado; que nueve de cada diez señalan al sector agroalimentario como motor estratégico para el desarrollo rural; y que más del 92% identifica la soberanía alimentaria como uno de los grandes retos colectivos de la sociedad.

Además, el Observatorio Activistas del Rural recoge que garantizar la incorporación de jóvenes al campo; mejorar las infraestructuras digitales y los servicios básicos; así como reforzar el apoyo institucional, son prioridades inaplazables para asegurar el futuro del rural.

El Observatorio también dibuja con precisión los déficits que hoy lastran al rural: 3 de cada 4 participantes valoran negativamente la situación actual; 71,2 % consideran inadecuado el acceso a servicios básicos; 64,4 % perciben insuficiente la conectividad digital para competir con lo urbano; y 84 % creen que los apoyos institucionales no son suficientes, mientras que 91,2 % opina que las políticas públicas no atienden las necesidades reales del territorio. El estudio alerta, además, sobre la brecha de género y la falta de referentes: 64,4 % detecta una infrarrepresentación de la mujer rural y una amplia mayoría advierte que niños y jóvenes no conocen el rural ni tienen una imagen realista de su día a día.

En clave de futuro, la encuesta refleja un optimismo prudente: 6 de cada 10 perciben que el rural está mejor que hace 15–20 años y 68,8 % confía en que será un lugar más atractivo para vivir y trabajar en la próxima década. Casi por unanimidad se reconoce el papel transformador de las empresas y la necesidad de alianzas público‑privadas, y 3 de cada 4 recomendaría a un joven trabajar o emprender en el rural.

En cuanto a palancas concretas, el 56 % sitúa como máxima prioridad garantizar el relevo generacional, seguida de mejorar infraestructuras digitales y servicios y de simplificar la burocracia; como políticas de mayor impacto destacan los planes de apoyo al empleo joven e incentivos a empresas que inviertan en el rural (54 %), y como factores de atracción el acceso a vivienda asequible y calidad de vida (63 %), junto al refuerzo de servicios públicos y la conectividad y el teletrabajo.

El informe completo está disponible para su descarga en la web de Grupo Lence

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