GREENPEACE.-Greenpeace ha pedido hoy a las autoridades japonesas que lleven a cabo urgentemente análisis de radiación en las algas a lo largo de la costa de Fukushima, después de que los resultados iniciales de los controles de radiación en este material, recientemente llevados a cabo por la organización ecologista en la zona, mostrasen niveles de contaminación muy por encima de los niveles permitidos.
Los análisis iniciales de 22 muestras de algas recolectadas por Greenpeace a lo largo de la costa, al norte y al sur de la central nuclear accidentada de Fukushima Daiichi, y hasta 65 kilómetros mar adentro, con la ayuda del barco insignica de la organización Rainbow Warrior, detectaron niveles de contaminación por radiación significativamente altos. Diez muestras tenían niveles por encima de 10.000 bequerelios por kilogramo (Bq/kg), cuando el límite de seguridad oficial en algas está en 2.000 Bq/kg de yodo-131 y 500 Bq/kg de cesio-137 (1).
“A partir del 20 de mayo los pescadores de la zona comenzarán a recolectar algas para el consumo humano y nuestra investigación muestra un alto riesgo de que estén altamente contaminadas por radiactividad”, ha declarado Ike Teuling, experta en protección radiológica de Greenpeace. “Como muestran tanto los análisis de sedimentos marinos realizados por la propia TEPCO (2) como los resultados preliminares de nuestro estudio, la contaminación por radiación se está acumulando en el ecosistema marino, que aporta a Japón el 25% de su dieta procedente del mar. A pesar de ello, las autoridades están todavía haciendo muy poco para proteger la salud pública”.
“Para las comunidades costeras que están intentando reconstruir sus vidas y volver al trabajo después del terremoto y del tsunami del 11 de marzo, la contaminación de los alimentos procedentes del mar está agravando esta tragedia que aún no ha terminado”, ha declarado Wakao Hanaoka, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace en Japón. “Es crucial que el Gobierno nipón lleve a cabo de forma inmediata un estudio de la contaminación de las algas en la costa de Fukushima para proteger la salud y garantizar la seguridad de pescadores y consumidores, y que se compense íntegramente a las comunidades afectadas por este desastre nuclear”.
Greenpeace se encuentra ahora realizando un análisis detallado de pescado, agua marina y algas recogidas a 12 millas de la costa, fuera de aguas territoriales japonesas (3), así como muestras de pescado, marisco y algas obtenidas en la costa de Fukushima. Una selección de las muestras ha sido enviada a laboratorios independientes para su análisis en mayor detalle y se espera que los resultados finales sean publicados la próxima semana.
TEPCO reconoce la fusión del núcleo del reactor 1
Respecto al reconocimiento por parte de TEPCO de la fusión del núcleo del reactor número 1 de la central nuclear de Fukushima, el director de la campaña de Energía Nuclear de Greenpeace Internacional, Jan Beranek, ha declarado: “Las lecturas anteriores de temperatura, presión y nivel de agua del reactor número 1 llevaron a las autoridades a asumir que los reactores 1, 2 y 3 se estaban estabilizando. Lo que ahora vemos es que al menos algunas lecturas del nivel del agua eran completamente erróneas. Dado que las barras de combustible nuclear estuvieron completamente expuestas y por tanto se fundieron, es altamente probable que la integridad del núcleo esté comprometida y que haya una gran cantidad de combustible fundido en la parte inferior de la vasija del reactor”.
“La situación es claramente mucho más seria de lo que previamente habían informado las autoridades japonesas, y podría agravarse rápidamente si esa especie de lava se funde a través de la pared de la vasija, saliendo a su exterior” añadió Beránek. “Este es un nuevo recordatorio de que la tecnología nuclear es intrínsecamente peligrosa y que no hay forma alguna de limitar la escala del daño cuando una crisis nuclear como la de Fukushima ocurre”.
Greenpeace pide que se abandonen todos los planes de construir nuevas centrales nucleares, que se cierren de forma progresiva pero urgente y se desmantelen todos los reactores actualmente en funcionamiento, y que se invierta masivamente en eficiencia energética y en tecnologías de energías renovables para alejarnos cuanto antes del peligroso, sucio y obsoleto actual sistema de generación de energía.