Ramos ha explicado que en el encuentro se ha detallado que el nuevo Plan Hidrológico del Ebro mejora cuantitativa y cualitativamente al anterior, aportando más agua al Delta del Ebro y aumentado su protección medioambiental: “Se ha aumentado el agua del Delta (en torno a un 10% en términos generales) y tenemos más requisitos ecológicos, ya que el caudal ahora se protege por razones medioambientales, mientras que en los anteriores planes de cuenca era un caudal mínimo”, ha señalado Ramos. “El Delta del Ebro no va a empeorar, sino que mejorará con el actual Plan”, ha añadido.

    En todo caso, el secretario de Estado de Medio Ambiente ha señalado que el Delta, además de ese caudal, requiere de otro tipo de actuaciones “que veremos y que vamos a estudiar, puesto que todos los objetivos medioambientales de conservación del Delta también son objetivos de este Ministerio, y seguiremos avanzando”, ha asegurado.

Abietos a soluciones pero sin enfrentar a los territorios

   En esa disposición a seguir avanzando para proteger el Delta, el MAGRAMA está “abierto a las mejores soluciones”, ha informado Ramos, en el marco del segundo ciclo de planificación hidrológica que España ya tiene en marcha y que ha de estar concluida el próximo año para acompasar los planes de cuenca de España a los del resto de países de la Unión Europea. Esas revisiones de los planes, además, se incorporarán en la elaboración del Plan Hidrológico Nacional, que comenzará cuando concluyan todos los planes de cuenca.

    Federico Ramos ha resaltado que, en ese trabajo de todos por mejorar la planificación hidrológica, “no se trata de enfrentar a la gente ni territorios”. “Tenemos un reto –ha proseguido–: gestionar un agua que es limitada entre 9 Comunidades Autónomas que participan de esa cuenca, y en eso estamos, pero enfrentar a territorios y poblaciones  es lo último que va a hacer este Ministerio”.

Esfuerzo por terminar la planificación hidrológica

     Así, el secretario de Estado ha hecho hincapié en que en el “gran esfuerzo acometido por este Gobierno para sacar adelante la planificación hidrológica, que terminaremos en unos meses” (tenía que completarse en 2009 pero que en 2012 sólo contaba con un plan aprobado), “hemos avanzado con diálogo para lograr un equilibrio en la gestión de un río, entre los requisitos que demanda la población (de abastecimiento, de riego, de actividad económica, etc.) y los requisitos medioambientales de la conservación del río, teniendo este Ministerio la conciencia clara de que el reto de una gestión sostenible del río es un reto de todos”.

    En este sentido, Ramos ha explicado que “la gestión de un río siempre es de equilibrios y su gestión ha de incorporar todas las demandas, y hay formas de hacerlo que pueden ser que no resten agua y recursos a esos usos y que mejoren el río: la modernización de regadíos, la mejor depuración de las aguas y de la gestión de las redes de distribución de saneamiento”, ha concluido.

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