El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como todas las Comunidades Autónomas (a excepción de una) han dejado claro que desconfían en el papel que está jugando la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) como interlocutor, en el debate sobre la necesidad o no de modificar la Norma de Calidad del Ibérico porque consideran que «no representa al sector, se le ha otorgado una representación que no debería tener y no son imparciales ni trasparentes con sus actuaciones, además de haber transmitido a la opinión pública el mensaje de incumplimiento de norma, que se esté produciendo un fraude generalizado y una ausencia de controles», según se aseguró en la última reunión de la Mesa de Coordinación Ministerial de la Norma de Calidad del Ibérico realizada en octubre.
El enfado y la «incomodidad» que se vive por parte de las administraciones con la Interprofesional ha llegado a un punto de que se ha optado por «dar más voz a las organizaciones que formen parte de ASICI y menos a ASICI, tratando de que ASICI sea imparcial e independiente», según se recoge en las conclusiones de esa reunión.
División de opiniones entre las CCAA sobre la necesidad de cambiar la Norma de Calidad pero sin una postura oficial
En la reunión se plantearon varios escenarios sobre la necesidad o no de cambiar la Norma de Calidad, que abarcan desde dejarla tal y como está, con alguna modificación en aspectos puntuales, hasta un cambio total. Sin embargo, esta decisión no se tomó en el encuentro, sino que se limitaron a escuchar todas las situaciones producidas en las CCAA.
Tras una ronda de intervenciones quedó patente que «no hay una postura oficial en cuanto la revisión de la Norma», excepto una Comunidad cuya postura oficial es mantener la Norma tal y como está. El resto de representantes de las diferentes CCAA expresaron diferentes posiciones, aunque coincidieron en constatar la existencia de problemas para aplicar la norma en cuanto a la edad de sacrificio, fundamentalmente en la modalidad de cebo, y que es necesario afrontarlos.
De forma general se vio que hay una preocupación por la aplicación de los protocolos y por las actuaciones a llevar a cabo ante las suspensiones de las Entidades, dado que hasta ahora se ha ido atajando los problemas ocasionados en estas situaciones de forma individual.
En cuanto a la comunicación con ENAC en relación a las suspensiones temporales de las Entidades, se dejó claro en la reunión que existe un descontento general expresado por algunas CCAA sobre la forma de producirse, asegurando que en ocasiones las CCAA han sido informadas de dichas suspensiones por las propias Entidades antes de por la propia ENAC. Finalmente los miembros de la Mesa, como Autoridades Competentes de las Comunidades Autónomas, consideran que es necesario reforzar el papel que tiene ésta.
A este respecto, cabe señalar que Certiberico Charro, que ha estado implicada en varios procesos de suspensión, ha optado por la retirada voluntaria de la ENAC, cesando en su actividad.
Respecto a la reunión, Gobierno y CCAA concluyeron que el Ministerio se encargará de la estrategia de comunicación para revertir la opinión pública que se ha generado sobre un incumplimiento generalizado de la Norma de Calidad, que se debe reforzar el papel de la Mesa de Coordinación de la Norma de Calidad del Ibérico como Autoridad Competente y redactar un protocolo de actuación ante futuras suspensiones de Entidades.
De igual forma, se van a revisar los Protocolos de Inspección y de Certificación y la Subdirección General iniciará el trabajo rápidamente para que se adapten los protocolos en menos de un mes. Para ello las CCAA remitirán propuestas de modificación a dichos protocolos y se acordó dar más voz a las organizaciones que formen parte de ASICI y menos a ASICI, tratando de que ASICI sea imparcial e independiente.
Cabe recordar que tras este encuentro, esta misma semana el ministro Luis Planas aseguraba que no se cierra al debate con el sector, pero tampoco se mostró muy partidario de hacer modificaciones. “Todos estamos contentos con la Norma, con el etiquetado hemos conseguido que no haya fraude para el consumidor y el sector ha ido hacia arriba exponencialmente; España no es un país de low cost”, esgrimió.