El Gobierno ha aprobado finalmente un incremento de los impuestos especiales que afecta directamente al sector agroalimentario, ya que afectará al tabaco, alcohol, aunque se libra el vino que no sea de Jerez, y el azúcar de las bebidas carbonatadas, al anunciar este viernes 2 oficialmente un incremento del alcohol y del tabaco, así como la creación de un nuevo gravamen para las bebidas carbonatadas o azucaradas, según ha anunciado en rueda de prensa el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
En el caso de los impuestos al alcohol y bebidas alcohólicas, se incrementa un 5% la fiscalidad que grava los «consumos intermedios», tanto en la Península como en Canarias. En concreto, se eleva un 5% el impuesto que grava las bebidas alcohólicas intermedias (vinos de Jerez, vinos de Oporto y mistelas) y las espirituosas (ron, whisky, ginebra o brandy, entre otras), mientras que el vino y la cereza no sufren ningún tipo de modificación.
Estas subidas figuran dentro de las medidas tributarias acordadas por el Consejo de Ministros, con el objetivo de aumentar la recaudación, y contribuir al cumplimiento de los objetivos de déficit público.
La modificación al alza de los Impuestos Especiales -al tabaco y alcohol- figura dentro de un real decreto ley, mientras que la nueva tasa para las bebidas con azúcar está incluida en un proyecto de ley.
En el caso del tabaco, cambia la imposición especial sobre las labores para adecuar la tributación española «a la que recomienda la Unión Europea (UE)», de manera que dentro de ese gravamen se incremente el peso del «componente específico» frente al «componente ad valorem».
«El tipo específico» sube en un 2,5 % para cigarrillos y en el 6,8 % para la picadura de liar, según Montoro.
Subida a las bebidas azucaradas para seguir el ejemplo de otros países europeos
Por otro lado, el Consejo de Ministros ha aprobado un proyecto de ley para implantar un gravamen a las bebidas carbonatadas y azucaradas, un impuesto «cuya figura es cada vez más frecuente» en el entorno de otros países europeos como Francia, Noruega, Dinamarca y Hungría.
Montoro ha añadido que este nuevo impuesto será también un «instrumento de lucha contra la obesidad y todo lo que significan los problemas de exceso de azúcar».
Con este encarecimiento, ha añadido, se trata de «desanimar» determinados consumos frente a otras opciones de bebidas «bajas en azúcar».
Hacienda estima que la medidas para las bebidas azucaradas tengan un impacto de 200 millones de euros en 2017, según Montoro.
El ministro ha señalado que, al tratarse de un nuevo proyecto, el diseño de la nueva tasa será «objeto de negociación política», por lo que la propuesta se irá «negociando» a su paso por las Cámaras parlamentarias.
El Gobierno espera incrementar la recaudación en 4.650 millones de euros gracias al real decreto de medidas fiscales que cambia los Impuestos Especiales y el Impuesto de Sociedades.
Unos 4.300 millones corresponderían a los cambios en el Impuesto de Sociedades y los 350 millones restante de los Especiales.