Entre los problemas "gravísimamente perjudiciales" de la propuesta inicial de la Comisión Europea, el ministro ha citado el aumento de la superficie elegible para recibir ayudas, que se elevaba hasta 38 millones de hectáreas y que hubiese reducido la ayuda media de 229 a 116 euros por hectárea.

    Gracias a la "magnífica" tarea del equipo negociador español, ha resaltado Arias Cañete, se ha logrado limitar esta cifra a 22 millones de hectáreas, por lo que el primer gran objetivo está "absolutamente cumplido".

    Ha valorado la batalla "campal" que ha librado España contra la propuesta de una tasa plana para todos los cultivos, que hubiera supuesto un "caos agronómico de primera magnitud".

    Según ha detallado, se ha resuelto con una fórmula "compleja" que de acuerdo al primer cálculo limitará a un 8% el trasvase de fondos entre el nivel de ayudas que actualmente reciben los diferentes cultivos en España.

    En concreto, todos los beneficiarios que reciban menos del 90 % de la media para su región recuperarán un tercio de la diferencia entre ese 90 % y el nivel actual de ayudas entre 2014 y 2019.

    Arias Cañete ha asegurado que la Comisión Europea no es partidaria de esta fórmula y que el tema será la principal prioridad en la negociación futura, para lo que se trabajará en mecanismos que permitan atenuar "cualquier agravamiento" para España.

    Se ha referido también a la mayor flexibilidad conseguida en el condicionamiento de las ayudas a criterios ambientales ("greening"), como la exclusión de la rotación de cultivos para las explotaciones de menos de 10 hectáreas y para gran parte de las plantaciones de cultivos permanentes como olivar.

    Sobre este último, ha considerado que se ha garantizado su supervivencia y que Andalucía hubiese salido "muy mal parada" con la propuesta anterior de tasa plana.

    Con todo lo anterior, ha subrayado, quedan resueltos los "tres grandes problemas" de la propuesta inicial de la Comisión.

    También ha valorado el aumento del 10 al 12% para las ayudas acopladas, que los Estados pueden dar sin autorización de Bruselas, y que en su opinión resuelve "casi todas las necesidades españolas", como es el apoyo a la ganadería intensiva, que no tiene base territorial y sobre el que "se ha peleado mucho".

    Con respecto a la supresión de cuotas lácteas, ha reconocido que no se ha logrado una mayoría suficiente de países para conseguir su prórroga, que solo defendían "con rotundidad" España y Polonia.

    Los Veintisiete celebrarán en junio una conferencia para estudiar mecanismos que, en el escenario posterior a las cuotas, permitan evitar un aumento excesivo de la producción y el consiguiente hundimiento de precios, ha indicado.

    Para el viñedo, a su juicio se "ha dado la vuelta al error" de la anterior política socialista de eliminar los derechos de plantación, al conseguir extenderlos hasta 2018.

    Se ha referido, asimismo, a la ampliación de las cuotas de azúcar, uno de los temas "más complicados" de la negociación, y a la definición de agricultor activo, con la que se persigue que reciban ayudas quienes "verdaderamente tienen explotaciones" y generan "riqueza y empleo".

    Para el sector hortofrutícola, ha resaltado que la introducción del etiquetado de país de origen pondrá "en valor la marca España".

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