En su intervención, la ministra ha reiterado que uno de los objetivos de su Departamento desde el principio de esta Legislatura ha sido impulsar medidas para que la cadena de valor funcione correctamente, es decir, que “todos los eslabones reciban un precio que compense lo que están aportando a la cadena de valor”.
Se trata, ha añadido, que a lo largo de todos sus eslabones, “esta cadena funcione y eso redunde en mejores precios y en lograr un sector más competitivo que pueda crecer”.
De cara al futuro, García Tejerina ha adelantado que, en el mes de febrero o marzo, se espera que esté publicado el reglamento de desarrollo de la ley, que incorporará como uno de los elementos más destacados la figura del mediador, que actuará cuando no haya acuerdo en los precios. Asimismo, la ministra se ha referido al impulso de un código de buenas prácticas mercantiles.
Será obligatorio cumplir los contratos firmados en la cadena alimentaria
Asimismo, García Tejerina ha destacado como uno de los aspectos positivos de esta ley que, a partir de ahora, todas las compras y las ventas que se realicen a lo largo de la cadena tienen que tener obligatoriamente un contrato, con un plazo de cobro y un precio, “algo que no sucedía hasta la fecha y que había que corregir”.
En este contexto, la ministra ha destacado que la ley ha dotado al sector de una “herramienta muy potente”, como es la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), organismo del Ministerio encargado de velar por el cumplimiento de la ley.
La ministra ha indicado que AICA lleva ya realizadas más de 1.800 inspecciones, “vigilando que no se cometan prácticas comerciales abusivas, y que si se cometen, serán debidamente sancionadas”.
Especial control en leche y aceite para evitar que sigan siendo productos reclamo
En concreto, García Tejerina ha apuntado que hay dos sectores en los que se está haciendo una especial incidencia. Por un lado, el Plan de control específico para frutas y hortalizas, creado para evitar que las distorsiones provocadas por el veto ruso pudieran perturbar el mercado nacional.
Y por otro, “también estamos trabajando en los sectores de la leche y el aceite de oliva”, al tratarse de dos productos que habitualmente se utilizan como productos reclamo. Para ello, la ministra se ha referido a la puesta en marcha de un protocolo, “a partir del cual detectamos todos aquellos productos que se venden a precios anormalmente bajos”.
Mediante este protocolo, el Ministerio tomará muestras y analizará las razones por las que estos productos se están vendiendo a precios anormalmente bajos, “algo que será debidamente corregido, bien porque se esté vendiendo a pérdidas, bien porque se esté cometiendo alguna de las prácticas prohibidas por la ley o por alguna otra incidencia”.
Según ha afirmado, “siempre que haya un producto que tenga un precio anormalmente bajo, nosotros vamos a analizar las causas y, en su caso, se impondrán las correspondientes sanciones”.