Rueda justifica esta decisión por la excepcionalidad del caso gallego, al ser la primera vez que una comunidad autónoma española sobrepasa el umbral del 75 por ciento con un nivel de PIB que supera el 90 por ciento de la media comunitaria. De acorde al baremo de la UE Galicia pasaría a formar parte de las regiones más desarrolladas y sufriría un corte abrupto de las ayudas que venía recibiendo en el anterior período presupuestario europeo.

    Es por este motivo, que desde el Gobierno gallego se defendió desde el primer momento a existencia de una “red de seguridad” que permitiera una “aterrizaje suave” en la recepción de fondos por parte de la UE. Ayer mismo, tras acuerdo definitivo del Consejo Europeo para el presupuesto comunitario 2014-2020, trascendió también la aprobación de la red de seguridad, que supone un mantenimiento del 60 por ciento de las ayudas europeas que venían recibiendo las regiones que ahora abandonan el Objetivo Convergencia.

    Nada más conocerse la noticia, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el director general de Relaciones Exteriores y con la UE, Jesús Gamallo, agradecieron al Gobierno de Madrid el duro trabajo realizado en Bruselas y celebraron que Galicia pueda seguir recibiendo ese 60 por ciento de ayudas, que supondrán unos 2.000 millones de euros que permitirán consolidar las inversiones ya en marcha y lograr una convergencia real con el resto de Europa.

    Rueda calificó esta decisión como una “excelente noticia”, ya que el Gobierno gallego llevaba años trabajando para defender esta “red de seguridad”, estableciendo alianzas con otras regiones españolas y europeas; manteniendo reuniones de alto nivel en Madrid y Bruselas; e incluso creando y liderando una organización de regiones en la misma situación: la red de “Regiones Convergencia camino de la Cohesión” (CROWC, en sus siglas en inglés).

    Además, como ya se ha explicado, el establecimiento de esta red de seguridad una vez abandonado el Objetivo Convergencia es especialmente significativo en el caso gallego, puesto que al superar el 90 por ciento de renta media, Galicia entraría a formar parte de las regiones más desarrolladas y le correspondería una cantidad muy inferior de fondos estructurales. Ahora, a los 2.000 millones euros de la red de seguridad la Xunta quiere sumarle la parte correspondiente del montante que el Gobierno central destinará a las regiones en transición y por eso ya inició los contactos pertinentes con el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez, a la espera de que acoja a la propuesta con el mismo interés que siempre mostró con todos aquellos aspectos que afectan a Galicia.

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