EFE.- Los incendios forestales, la erosión de terrenos de cultivo y la sobreexplotación de acuíferos figuran entre las "bestias negras" de la desertización en España, el país más árido de Europa con el 35% del suelo amenazado y el 6% degradado de forma irreversible.
En este escenario se conmemora hoy el Día Mundial de Lucha contra la desertización y la Sequía, que en 2011 lleva el lema "Los Bosques mantienen activas las tierras secas".
Real y paradójico es que con 27,5 millones de hectáreas, España sea el segundo país con más superficie forestal de la Europa y, al mismo tiempo, lidere el ránking europeo de países afectados por la desertización, ha indicado a EFEverde el responsable de la campaña de bosques y clima de Greenpeace, Miguel Ángel Soto.
El fenómeno se concentra en el sureste del país y en las islas Canarias.
España es "el país climáticamente más árido de Europa en términos de extensión de tierras, lo que se refleja evidentemente en el nivel de riesgo" de desertización, ha explicado el director general de Medio Natural y Política Forestal, José Jiménez,
Sin embargo, ha matizado a EFEVerde, esto no implica que sea el país con mayor degradación de tierras secas con respecto a otros.
"No pueden establecerse comparaciones aún, ya que no existe una metodología común europea para evaluar el fenómeno y los modelos de cada país no son comparables".
De hecho, se está trabajando en el marco de la Convención de Lucha contra la Desertificación para establecer un sistema común de evaluación, que estará listo en 2013.
La responsable de agua y bosques de Ecologistas en Acción, Erika González, también apunta a los intereses urbanísticos, la inadecuada gestión forestal, los incendios y el aumento de las infraestructuras de transporte como agentes causantes de la desertización.
Además, casi el 80% del agua es consumida por la agricultura, una actividad "muy demandante de este recurso natural, fundamentalmente en la huerta ubicada en las zonas más secas del territorio español", añade González.
Todo ello produce "impactos fuertes como es la sobreexplotación de los acuíferos, la intrusión marina en los acuíferos costeros, la eliminación del caudal ambiental, el deterioro de humedales…".
A su vez, esta situación se ve agravada por la existencia de "más de 500.000 pozos ilegales" y el cambio climático, causante del aumento de temperaturas y, en consecuencia, de una mayor evaporación de los recursos hídricos.
Desde Greenpeace, Soto señala que los principales problemas de erosión del suelo se localizan en áreas agrícolas debido a prácticas inadecuadas.
Entre ellas, la roturación de zonas marginales en áreas de piedemonte, sobre materiales sueltos y altas pendientes, donde las subvenciones europeas han promovido la expansión de cultivos de olivos y almendros.
Otra causa es la proliferación de grandes extensiones de invernaderos en las sierras costeras de Levante, que implican enormes movimientos de tierras.
El director general del Ministerio de Medio Ambiente coincide en que los principales responsables de la desertización son el fuego, la erosión del suelo en cultivos agrícolas y/o inadecuadamente gestionados -"que son una proporción pequeña"-, y la sobre-explotación de algunos acuíferos.
El Día Mundial de Lucha contra la Desertización fue instituido por Naciones Unidas en 1994 para sensibilizar de la necesidad de luchar contra este fenómeno, que supone la pérdida del potencial productivo, económico y biológico de los ecosistemas.