FAO.- La FAO trabaja junto a los líderes africanos para adoptar con rapidez una agricultura "climáticamente inteligente" que pueda hacer frente a las consecuencias del cambio climático y la disminución progresiva de los recursos naturales.
"África necesita una agricultura más productiva y mayores ingresos en sus zonas rurales y las comunidades rurales y los ecosistemas agrícolas de los que dependen deben adaptarse al cambio climático y hacerse más resistentes a sus efectos", señaló Alexander Mueller, Director General Adjunto de la FAO para Recursos Naturales, al referirse a la conferencia "Agricultura climáticamente inteligente: Africa, un llamamiento a la acción" convocada por el Gobierno de Sudáfrica del 13 al 14 de septiembre en Johannesburgo.
"La FAO, junto con sus socios, ha desarrollado el concepto de agricultura inteligente con respecto al clima, que representa una manera de lidiar con todos los múltiples desafíos de forma coherente e integral", añadió Mueller.
Este enfoque pretende aumentar la producción agrícola de forma sostenible y crear resiliencia ante las presiones ambientales ayudando a los campesinos a adaptarse al cambio climático, al mismo tiempo que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Ello se puede conseguir con prácticas "climáticamente inteligentes" que incrementen la materia orgánica en los suelos y mejoren la capacidad de retención del agua. También se consiguen cosechas más resistentes y se reduce la erosión, ayudando a mitigar el cambio climático.
El camino hacia delante
"La agricultura inteligente con respecto al clima incluye el uso de técnicas y enfoques de eficacia probada que pueden ayudar a alcanzar la seguridad alimentaria, la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos", subrayó Mueller.
"Pero se necesita más apoyo -añadió-. Necesitamos más pilotaje y ampliar los programas de acción temprana, conseguir financiación para las oportunidades de inversión y lograr que los países en desarrollo cuenten con ellas. Los aspectos económicos de la agricultura y del cambio climático tienen que ser abordados de forma conjunta. Manejarlos de forma separada no permitirá hacer frente a las múltiples dificultades", advirtió Mueller.
La agricultura es clave y la adaptación esencial
La agricultura se encuentra en la base de la economía de muchos países subsaharianos, dando empleo al 60 por ciento de la fuerza laboral de la región, con cerca del 30 por ciento de su producto interior bruto.
Pero el cambio climático podría reducir mucho el rendimiento de los cultivos en África subsahariana para el año 2050. Y existen cerca de 650 millones de personas en el continente que dependen de la agricultura de secano en entornos frágiles y vulnerables a la escasez de agua y la degradación medioambiental.
Un documento para la reunión de Johannesburgo, presentado por el Ministerio sudafricano de Agricultura en colaboración con la FAO y el Banco Mundial, sostiene que sin las medidas adecuadas para adaptar la producción alimentaria a los desafíos que plantea el cambio climático y el apoyo financiero a estas medidas, no se alcanzarán los objetivos marcados sobre reducción de la pobreza y seguridad alimentaria en África.
Situar la agricultura en el centro del debate
"La próxima reunión de Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) en Durban, Sudáfrica (28 de noviembre-9 de diciembre de 2011), ofrece la oportunidad para que África diseñe la agenda mundial del cambio climático, y este encuentro ayudará a atraer atención sobre la agricultura climáticamente inteligente", aseguró Mueller.
"La convocatoria de la reunión en Johannesburgo es por tanto una señal de enorme importancia de que África ha situado a la agricultura inteligente con respecto al clima en un lugar prioritario en la agenda política", concluyó Mueller.