El Ministerio de Sanidad ha avanzado que Francia modificará el sistema de etiquetado Nutriscore a la hora de evaluar las propiedades del aceite de oliva y otorgarle una calificación nutricional, lo que en la práctica permitirá a este producto «tener una categorización mejor».

Así lo ha explicado este jueves 21 uno de los miembros del equipo directivo de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), Óscar González, durante la presentación de un informe sobre hábitos de consumo.

«Hemos peleado para que el Nutriscore incluya el aceite de oliva como algo propio de la dieta mediterránea, ya que estimamos que es un producto muy sano. Y hemos conseguido, trabajando con los franceses, que se modifique para incluirlo como algo beneficioso», ha detallado.

González -quien ocupa el cargo de vocal en Aesan- ha confirmado así el éxito de unas conversaciones que arrancaron hace meses y con las que España pretendía que se introdujera en este sistema algún tipo de excepción al aceite de oliva.

El etiquetado Nutriscore (marca registrada por Francia) es un sistema de etiquetado frontal que otorga una letra y un color a los alimentos envasados en función de diferentes parámetros, entre ellos calorías, grasas saturadas, azúcar y sal, pero también proteínas, vitaminas y fibras.

El objetivo es facilitar al consumidor que conozca el perfil nutricional de los productos -si es más o menos saludable en comparación con el resto de referencias de su misma categoría- con apenas un vistazo en el lineal.

El Gobierno español ya anunció en noviembre de 2018 su apuesta por implementar también este sistema de etiquetado Nutriscore, que no será obligatorio pero sí voluntario para los fabricantes.

La intención del Ejecutivo generó polémica en el sector de la alimentación, y especialmente entre los productores de aceite, que advirtieron del riesgo de que el llamado «oro verde» recibiera mala nota por su alto valor calórico.

Responsables de Aesan explicaron en febrero que la negociación con Francia sobre el aceite de oliva respondía al interés de que el esquema Nutriscore sea el mismo en todos los países, para así evitar que un producto pueda recibir una calificación diferente en un territorio y otro.