El ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, declaró que se van a verificar "todos los otros productos sobre los que podría existir un riesgo, extendiendo los controles".

    Le Foll señaló también que se convocará una reunión "a nivel europeo" esta semana sobre la cuestión de "la estafa relacionada con el etiquetado de vacuno cuando había caballo", dijo el ministro, que señaló que la cita se celebrará "de común acuerdo" con el Reino Unido, donde estalló el escándalo.

    "La Comisión (Europea) debería hacer un informe para final de año. Estos desafortunados acontecimientos deberían obligarla a ir más rápido", agregó el titular de Agricultura.

    Los industriales presentes en la reunión, por su parte, se dijeron dispuestos a ampliar los controles de ADN sobre las carnes, a pesar de los costes suplementarios que pueda implicar, señaló el presidente de la asociación del gremio Ania, Jean-René Buisson.

   En los últimos días, se descubrió carne de caballo en lugar de vacuno en comidas preparadas comercializadas por el fabricante de congelados Findus en varios Estados miembros, entre ellos Alemania, Francia y el Reino Unido.

    Respecto a la polémica de los platos preparados, se trataría de extender a ellos algunas de las reglas que ya existen para la venta de carne con el objetivo de que se pueda seguir el rastro y conocer dónde se crió el animal, dónde se sacrificó y dónde se produjo la transformación, indicó el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon.

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