Esta filosofía entronca con la de Grandes Pagos de España, que se basa en la singularidad de los viñedos y la calidad en las elaboraciones dando, como resultado, unos vinos que expresan la esencia del terruño del que proceden y de la pasión por el trabajo bien hecho.
Alfredo García González-Gordon, miembro de la quinta generación de la familia, es el impulsor de Finca Moncloa. Su profesión de ingeniero agrónomo le ha llevado a recorrer muchas zonas vitícolas de Europa y a constatar que, según avanzaba hacia el sur, los vinos le gustaban más. Y así nació su idea de elaborar un vino tinto en la provincia de Cádiz.
Finca Moncloa es un viñedo único y particular porque cuenta con Tintilla de Rota, que le aporta a los vinos carácter de terruño y originalidad. Esta variedad, casi extinguida, ha vuelto a cultivarse en la Tierra de Cádiz. El resultado es su recuperación de la memoria perdida y de un capítulo importante de la historia vinícola española.
Asimismo, por el propio enclave de la viña que está protegida de los cálidos vientos de Levante por la Sierra Valleja, el alto porcentaje de horas de sol en el periodo vegetativo de la planta y la altura del terreno con respecto al terreno circundante, que muestra unas vistas espectaculares desde el punto más alto de la finca.
También se diferencia porque a varios kilómetros a la redonda no se encuentran otras viñas plantadas con variedades tintas y se sitúa en un paraje de campo donde apenas existe población. y porque se consiguen todos los años uvas de una gran calidad con la que se obtiene un vino tinto con personalidad propia, a pesar de ser una viña muy difícil de cultivar, con grandes pendientes, suelos poco profundos y con características diferenciadoras dentro de la misma parcela.