En su opinión, el Gobierno sí ha preparado un plan especial de usos que incluye posibilidades "perfectamente legítimas" para la construcción de un aeródromo, un hotel de cinco estrellas, un campo de polo y dos de golf, en las 1.350 hectáreas que la finca tiene fuera del Parque, unas praderas que lindan con Sotogrande, una de las zonas más exclusivas de la costa española.

    "No hablamos de hacer disparates. Hay desarrollos urbanísticos maravillosos que se han hecho sin alterar nada", explica la gerente.

    La polémica operación, cuyo precio de partida dio a conocer el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en una reunión con la consejera andaluza del ramo, María Jesús Serrano, está en una fase preliminar.

300 millones de euros "no es malvenderlo"


    Actualmente se prepara el concurso para seleccionar, en febrero, al gestor que se encargará de la operación, que acarreará otra licitación.

     Según la gerente, el precio de partida de la finca confirma que el Gobierno "en ningún momento va a malvender" el paraje, que fue expropiado en 1983 a José María Ruiz Mateos, aunque sí tiene la decisión "firme" de venderla y en ningún caso de cederla a la Junta de Andalucía, a la que ofrece comprarla.

    El objetivo, dice Ugalde, es que la finca esté enajenada "a lo largo de 2014", un plazo que, como cualquier trámite, se puede "desviar".

    Ya hay un trabajo "bastante avanzado" porque "hemos contactado con un montón de potenciales compradores" y "mucha gente", más extranjeros que españoles, ha tomado la iniciativa de interesarse por las posibilidades de compra.

Muchos compradores de los que o se quieren dar datos


    Aunque muchos de estos posibles compradores estaban interesados en el desarrollo turístico de La Almoraima, ha habido otras iniciativas "sorprendentes", como la de un par de entidades que buscan un espacio para levantar un proyecto medioambiental "a nivel mundial" de tipo "filantrópico".

    Ugalde no quiere dar datos concretos sobre estos posibles compradores pero asegura que la venta de La Almoraima se hace "en un buen momento" porque en el extranjero hay "mucho interés" porque "existe la idea de que en España hay potencialidad de negocio".

La gerente explica que no se puede "definir" quien va a comprar La Almoraima, aunque el perfil que se busca es el de que una sociedad o persona que, además de poder comprarla, tenga "capacidad inversora".

    Se trata de que "la finca sea rentable" porque "no hay nada sostenible que no sea rentable y más en un Estado que tiene ahora otras prioridades que mantener esta finca en pérdidas".

    Ugalde, como mucha otra gente, cree que La Almoraima "no ha tenido la mejor gestión" a lo largo de los años y subraya que su situación financiera ha ido empeorando desde que en 1995 debido a que la producción del corcho, su principal actividad económica, ha decaído por causas naturales hasta en un cuarenta por ciento.

    Tras un 2012 en el que hubo unas pérdidas de 1.200.000 euros, el 2013 se cerrará con algún beneficio gracias "al control de costes en todas las áreas de negocio" y el 2014 "se está presupuestando con beneficios" en esta finca que, tras el corcho, tiene actividades económicas en la agricultura y la ganadería y la caza.

    En menor medida en el turismo -que se desarrolla en un pequeño hotel de cuatro estrellas y 23 habitaciones que, por su tamaño, es difícil rentabilizar, según sus gestores.

Su futuro puede ser un turismo de lujo


    Un desarrollo para el turismo de lujo es, precisamente, el que se temen los opositores a la privatización de La Almoraima, que, como el alcalde de Castellar de la Frontera, Juan Casanova (IU), donde está enclavada La Almoraima, lucha porque la gestión de esta finca siga siendo pública.

    Para Casanova el precio de 300 millones de euros, una cantidad que "es posible que tenga rebajas", es "poquísimo", porque para él la operación es "un pelotazo más que otra cosa".

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