La campaña de tomate industrial ya ha terminado en las principales zonas productoras -Extremadura y Andalucía concentran en torno al 90% del volumen- en un año caracterizado por un descenso del 3-4% en el global nacional, hasta 2,9 millones de toneladas, y unos precios que se mantienen estables.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura, Domingo Fernández, ha señalado a Efeagro que la producción extremeña (1,9 millones de toneladas) ha sido un 10% menor por las tormentas de julio y que los precios al agricultor -«se han respetado los del año anterior»- oscilan entre 75 y 78 euros/tonelada esta campaña.
La superficie destinada este año a tomate para conserva alcanzó las 35.914 hectáreas, el 10,5% más
Unas cotizaciones que en el caso de Andalucía rondan los 73 euros/tonelada, según el representante del grupo de trabajo de tomate para industria de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Juan Sánchez, quien prevé una producción total de unas 640.000 toneladas (200.000 t más que en 2015).
Fernández, también responsable del grupo de trabajo de transformado de tomate, ha valorado la producción de este año por sus altos niveles de azúcares (brix), rendimiento y color, para los que España cuenta con unas excelentes condiciones climáticas y de terreno.
Ha añadido que el cultivo, que en Extremadura se concentra en un 95% en las Vegas del Guadiana, cuenta con muchas horas de sol -este año tanto agosto como septiembre han sido muy buenos- y un agua «pura, de muy buena calidad» de los pantanos de la zona alta extremeña.
La producción y toda la industria transformadora para tomate andaluza se sitúa en la provincia de Sevilla, en concreto en Las Cabezas de San Juan, Los Palacios y Lebrija, ha detallado a Efeagro Sánchez, también presidente de la Cooperativa Las Marismas de Lebrija (Sevilla), pionera del tomate industrial en Andalucía.
La superficie destinada este año a tomate industrial para conserva alcanzó las 35.914 hectáreas, el 10,5% más frente a las 32.488 del año anterior y el 32,4 % más que las 27.121 hectáreas cultivadas en 2014, según los últimos datos de superficies del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El 68% de la superficie se cultiva en Extremadura (24.300 ha), la gran productora española de tomate industrial, y otro 22% en Andalucía (7.977 ha), que ha duplicado su extensión desde 2014.
su buena rentabiliad ha propiciado el trasvase de cultivos como la remolacha, el algodón o el máiz al tomate
Según fuentes de cooperativas de tomate industrial, parte de este incremento se debe al trasvase experimentado estos últimos años de agricultores que cultivaban remolacha o algodón, en el caso andaluz, y de maíz, en el extremeño, debido a la escasa rentabilidad y bajos precios en dichos cultivos.
«Es una alternativa muy importante que se esta desarrollando y esperamos seguir creciendo aún más en el futuro», ha indicado Sánchez.
No obstante, desde las cooperativas extremeñas recalcan que los aumentos de superficie y de producción de cada campaña deben coordinarse conjuntamente desde la producción y la industria, en función de la situación del mercado internacional, para que «no haya grandes problemas de precios», ya que es un sector que «depende mucho de las producciones mundiales».
El tomate para conserva también se cultiva en Navarra (2.070 ha), Castilla-La Mancha (897 ha) y Aragón (558 ha), y es residual en Cataluña (50 ha), La Rioja (40 ha) y la Región de Murcia (22 ha).
España cuenta con un importante mercado de exportación y vende a mercados exteriores el grueso de la producción; en el caso extremeño el 80 %, una gran cantidad por el puerto de Lisboa.
en analucía cuatro empresas son las receptoras para la exportación mientras que en Extremadura son cooperativas
Optan por la vía marítima, ha explicado Fernández, porque es más barato que el transporte por carretera, cuyo elevado coste es uno de los «inconvenientes» frente a otro de los grandes productores europeos, Italia, que con una producción de 5 millones de toneladas está geográficamente mejor posicionado para llegar a Alemania, el gran consumidor de tomate para industria.
La primera transformación de Andalucía se realiza en las 4 fábricas, «con gran capacidad», y se exporta prácticamente en su totalidad, ha apuntado Sánchez.
En Extremadura, además de la primera transformación que realizan 16 fábricas o cooperativas, también hay otras 5 de segunda transformación (elaboran entre 50.000 y 60.000 toneladas de tomate frito, kétchup…), por lo que, parte del valor añadido de esta industria se queda en el terreno.
España es, tras Italia y por delante de Portugal, el segundo productor europeo de tomate para industria, muy valorado en el exterior por «el conocimiento del producto y muy competitivo por su buena relación (por las mencionadas condiciones de clima, agua y terreno) calidad-precio», ha resaltado Fernández.