La organización agraria Asaja Córdoba ha informado del final de la campaña del girasol en la que se ha registrado una reducción de la superficie de este cultivo en la provincia de Córdoba del 3,5 por ciento en relación a la campaña 2018 en referencia al año pasado y del 26 por ciento en comparación a 2017.
El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha explicado que estas cifras son consecuencia de la escasa rentabilidad del girasol que “pone en peligro la continuidad del cultivo por el bajo valor de los ingresos en la venta de la cosecha”, pues está por debajo de los costes de producción que se sitúan en torno a los 480 euros por hectárea, según los datos de la Junta de Andalucía.
En 2019, la superficie de este cultivo en Córdoba es de 27.448 hectáreas, frente a las 37.102 hectáreas de 2017, siendo la tercera provincia andaluza con mayor superficie, por detrás de Sevilla, con 103.776 hectáreas, y Cádiz, con 55.049 hectáreas. Las adversidades climatológicas han hecho que este cultivo tenga unos rendimientos bajos y junto a las cotizaciones está haciendo que la superficie del cultivo disminuya.
Por otro lado, los rendimientos medios en la provincia de Córdoba rondan los 950kg/has. de media, lo que supone una bajada del 20 por ciento en la producción en comparación con la campaña 2018.
No obstante, los rendimientos grasos han sido superiores a la campaña anterior y por encima de lo requerido por la industria. Asimismo, se ha experimentado una importante diferencia en las cotizaciones entre el alto oleico y el linoleico 9-2-44 en torno a 120€/tonelada de diferencia en fecha de finalización de esta campaña, habiendo sido algo superior al principio de la misma.
Estos datos coinciden en términos generales con los de la producción andaluza, donde se ha valorado esta campaña de girasol como corta y de bajo rendimiento, ya que la media se sitúa en 1.000 kilos por hectárea, unas cifras un 30% inferiores a las de la campaña de 2018, en la que se alcanzaron los 1.400 kilos/hectárea.