La nueva PAC pone en la cuerda floja el futuro de unas ayudas específicas que da España al girasol y la colza, en un año especialmente crítico para el campo por los estragos de la sequía y por el déficit de oferta a causa de la guerra en Ucrania. Un problema que viene de Europa pero que en España el Ministerio no ha sabido reaccionar al tener comprometidas todas las partidas.

Las alarmas han saltado en el sector agrario porque a la hora de revisar el Plan Estratégico nacional de la PAC que se aplicará a partir de 2023 la Comisión Europea (CE) ha cuestionado unos apoyos específicos que España concede «acoplados» a esos dos cultivos.

La CE ha confirmado esta semana en el Parlamento Europeo que existen problemas para encajar jurídicamente la continuidad de tales ayudas acopladas y por ello autoridades españolas y comunitarias están a la búsqueda de solución.

En la práctica, la supresión de esas ayudas -que rondan en 45 millones de euros- significaría que ese montante se destine a otras partidas de la PAC, como el «régimen del pago único» o «sobre» de ayudas por hectárea general para todos los cultivos.

El apoyo a la colza y al girasol se ve cuestionado precisamente en lo que los agricultores consideran la peor campaña de las dos últimas décadas por las olas de calor y la sequía; además, en medio de la guerra de Ucrania, líder mundial en la exportación de girasol, materia prima fundamental para alimentos y piensos.

Estas son algunas claves del embrollo de los pagos al girasol y la colza.

¿POR QUÉ NO ADMITE LA CE LA AYUDA Y POR QUÉ ESPAÑA NO HA SABIDO REACCIONAR?

El pago al girasol y la colza que concede España se asocia a su consideración como cultivo proteaginoso (para alimentación animal) y está enmarcado en un bolsa del 2% del presupuesto agrícola.

Pero la CE rechaza esa calificación y ha defendido esta semana que los textos legislativos de la PAC no permiten que se acoja a dicha bolsa del 2%.

Por ello, según Bruselas, España no ha sabido reaccionar, ya que podría continuar su pago específico al girasol, pero dentro de otro capítulo que abarca el 13% del presupuesto -el que se puede emplear en las llamadas ayudas acopladas- pero España tiene esta partida está totalmente repartida, por lo que tendría que quitar dinero de otros sectores para salvar las primas al girasol y la colza.

Dentro de la jerga de la PAC las subvenciones se conceden generalmente «desacopladas» o desvinculadas de la obligación de obtener un cultivo, pero los países otorgan pagos acoplados para producciones puntuales que tienen un trato especial.

La eurodiputada Cristina Maestre (PSOE) ha calificado de «error» la opinión de la CE porque el girasol y la colza son «indispensables» para alimentación animal como proteínas vegetales.

Además, esto contrasta con las medidas que ha puesto en marcha la Unión Europea (UE) para compensar la reducción de oferta de Ucrania, entre las que figuran la siembra en barbechos para obtener cereales o girasol.

En la crisis alimentaria actual, el coste de los piensos es uno de los mayores problemas para los ganaderos y, en consecuencia, para la cadena de producción alimentaria.

CULTIVO EN ESPAÑA

La superficie dedicada al girasol ha crecido en España más de un 20 %, al pasar de 626.000 hectáreas a 750.000, según datos de la organización agraria ASAJA.

Pero este aumento será insuficiente porque la productividad es baja y los golpes de calor de la primavera perjudicaron al girasol.

Según Asaja, la cosecha estará en torno a 825.000 toneladas y no satisfará toda la demanda nacional de pipa de girasol, que asciende a 1,2 millones de toneladas, tanto para fabricar aceite como para el consumo de torta destinado a la formulación de pienso.

En 2021, España produjo 767.096 toneladas de girasol, con Castilla y León (330.034), Andalucía (270.627 toneladas) y Castilla-la-Mancha como principales zonas productoras (122.148 toneladas), según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

En cuanto a la colza, la superficie de cultivo para esta campaña creció un 25 %; en 2021 España cosechó 216.515 toneladas, con Castilla y León (130.626) y Cataluña (43.690) y Navarra (24.049) entre las primeras zonas de cultivo.

DEMANDAS DE LOS AGRICULTORES

El responsable de cultivos herbáceos de Asaja, Pedro Gallardo, ha defendido en declaraciones a Efeagro que se mantengan los pagos como hasta ahora y ha cuestionado su eliminación precisamente cuando el campo vive «la peor campaña de girasol de los últimos 27 años».

En la misma línea se han expresado el responsable de cereales de COAG, José Roales, y la organización agraria UPA,quienes han alertado del déficit de proteína vegetal en España y Europa

(Sobre un texto de Mercedes Salas / Efeagro)

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