EFE.- La depuración se lleva a cabo en una nueva planta en la que la compañía ha invertido seis millones de euros, que inició el 14 de octubre las primeras maniobras de arranque y puesta en servicio de equipos y circuitos, que concluyeron el día 15, con la puesta en marcha del bombeo de agua de las balsas a la planta para iniciar el plan de vaciado.

A través de un comunicado, el presidente de la compañía, Francisco de la Riva, ha indicado que la depuración de las aguas supone "un hito en el proceso de recuperación de las balsas de fosfoyesos", al tiempo que ha destacado que todo "se está efectuando con total normalidad y dentro de los plazos estimados por Fertiberia".

Esta actuación la realiza Fertiberia para cumplir la sentencia de la Audiencia Nacional que consideraba caducada la autorización para depositar fosfoyesos en la marisma de Huelva y obligaba a la restauración de la zona.

La depuración de las aguas se realiza en tres etapas, la primera de limpieza, en la que mediante la adición de hidróxido cálcico se consigue la precipitación del flúor, fósforo y metales existentes en las aguas.

En una segunda fase, se filtran todos los elementos anteriores para conseguir su separación efectiva y su posterior evacuación en forma sólida y seca.

Finalmente, se realiza un ajuste final de la calidad de las aguas en el que se eliminan los últimos restos de nitrógeno hasta alcanzar los parámetros necesarios para su vertido.

En la planta trabajan, además de los técnicos de supervisión de la fábrica, un total de 12 operarios que configuran la plantilla con que operarán las nuevas instalaciones.

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