Fecoam también subraya que el sistema cooperativo consigue que los márgenes beneficien a los propios agricultores y ganaderos, así como a los propios consumidores. Con las cooperativas, se reducen los intermediarios en la cadena alimentaria y se alcanza una mayor eficiencia y transparencia en los mercados, permitiendo ofrecer alimentos seguros a precios asequibles.

     Asimismo, son empresas que investigan y desarrollan nuevos productos con el fin de ofrecer una gama más amplia. No en vano, la Región cuenta con una diversidad productiva que es el resultado de unas técnicas de cultivo novedosas y ejemplares para el resto del mundo.

Las cooperativas han sabido producir ‘a la carta’

     Las cooperativas producen ‘a la carta’ las frutas y hortalizas que demandan cada uno de los mercados a los que exportan, y han sabido adaptar el sabor y textura de su oferta a los gustos y hábitos de los consumidores. Además, cuidan las presentaciones de acuerdo a las demandas actuales de la sociedad y utilizan medios de producción respetuosos con el medio ambiente y el bienestar de los animales.

     La federación señala que como los socios son los propios agricultores y ganaderos, ofrecen soluciones viables a largo plazo para mantener los cultivos y producciones ganaderas en las zonas rurales, evitando la desertización, la erosión y el abandono de los campos. También recuerda que las cooperativas son, a menudo, las únicas empresas ubicadas en las zonas rurales y están vinculadas al territorio de forma continuada y su permanencia está garantizada, puesto que sus socios son agricultores y ganaderos de las regiones donde se establecen.

     El presidente de la organización, Santiago Martínez Gabaldón, recalca que son fuentes generadoras de puestos de trabajo y que desempeñan un “papel esencial” en la economía murciana, puesto que acercan la innovación a las zonas rurales y aportan servicios como cursos de formación, la introducción de nuevas tecnologías y la difusión de conocimientos que mejoran la eficiencia de las explotaciones asociadas y, por consiguiente, “contribuyen al desarrollo del sector agroalimentario” y a “mejorar la calidad de vida” de los agricultores y ganaderos y de sus familias.

     Para ello, las cooperativas han ampliado los calendarios de producción con la introducción de nuevas variedades, tanto tempranas como tardías, con el objetivo de mantener la relación comercial con los clientes durante más tiempo y alargar la campaña en dos o tres meses, lo que repercute en la creación de nuevos puestos de trabajo.

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