EFE.- Según anunció la FAO en un comunicado, los responsables de esta organización específica de Naciones Unidas ya trabajan con el Gobierno de Filipinas para preparar un plan de recuperación y reconstrucción a corto, medio y largo plazo para todos los subsectores de la agricultura, incluida la pesca.
La FAO indicó que ha solicitado inicialmente cinco millones de dólares para restaurar los medios de subsistencia de los pescadores y las comunidades costeras por las que pasó el tifón.
De entre todos los que sufrieron la catástrofe, los pequeños pescadores fueron «los más afectados» al destruirse «miles» de pequeñas embarcaciones y artes de pesca, mientras que los barcos comerciales más grandes sufrieron «menos daños».
El representante en funciones de la FAO en Filipinas, Rodrigue Vinet, dijo que «es necesario reconstruir y reemplazar los barcos», pero apuntilló que esta tarea debe hacerse «de manera coordinada para garantizar que no se sobrepasa la capacidad de pesca existente, para que con el tiempo no haya más barcos que peces».
Vinet señaló que estas recomendaciones vienen dadas después de la experiencia del tsunami del Océano Índico en 2004, que demostró que «el suministro excesivo de embarcaciones y equipos de pesca durante la fase de recuperación puede agotar las poblaciones de peces y dañar los ecosistemas».
La FAO añadió que el tifón también arrasó infraestructuras «cruciales», entre las que están muelles y puertos de desembarque, instalaciones en tierra de hielo y almacenamiento en frío, de reparación y mantenimiento de embarcaciones, plantas de procesado y mercados.
También resultaron destruidas instalaciones «clave» para la acuicultura, como las destinadas al cultivo de ostras y mejillones y la cría de cangrejos y camarones, así como jaulas de tilapia en aguas de interior y criaderos y estanques para peces.
Por último, la FAO destacó la necesidad de apoyar la recuperación de los productores de algas marinas, generalmente mujeres, ya que «este trabajo puede producir beneficios en 60 días», lo que «garantiza el acceso a unos ingresos vitales tras el tifón».