EFE.- La estructura mundial de la producción agrícola experimentará un cambio relativo en los próximos diez años, cuando el crecimiento de la producción de cultivos de cereales será menor que el de la ganadería y crecerán los biocombustibles, según dijeron la OCDE y la FAO.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicaron en Roma su informe de perspectivas para el período comprendido entre 214 y 2023.
En este documento se indica además que la tendencia mundial es que la producción adicional que se consiga en los próximos años procederá de aquellas zonas del mundo con mejor acceso a recursos como la tierra y el agua y allá donde las reglamentaciones sean menos estrictas.
Aunque en este informe conjunto se constata que habrá un aumento general de los precios de la carne, los lácteos y el pescado, «en términos reales, sin embargo, tanto los precios de cereales como de los productos animales se prevé que caigan a medio plazo».
El informe indica que los precios de los cereales seguirán cayendo «uno o dos años más, antes de estabilizarse a niveles que estarán por encima del período previo a 2008, pero significativamente por debajo de los máximos recientes».
El análisis conjunto de la OCDE y la FAO constata que los precios de los principales cereales han caído desde máximos históricos «en gran medida como consecuencia de las cosechas extraordinarias de la campaña 2013-2014».
Actualmente, se agrega, los precios de la carne y de los lácteos están «en niveles máximos históricos, especialmente porque su oferta quedó por debajo de las previsiones en 2013».
«Los precios del etanol y del biodiésel continuaron sus bajadas desde niveles históricos alcanzados en 2011 dentro de un contexto caracterizado por una amplia oferta para ambos», afirman los autores del estudio.
El informe indica que los precios de los principales cereales bajarán en la primera parte del período considerado (2014-2023), lo que tendrá como consecuencia un aumento del comercio mundial, y que los stocks de arroz en Asia alcanzarán máximos históricos.
La demanda procedente de ese continente, además de la reconstitución de los stocks ganaderos en América del Norte, estarán detrás de unos precios más elevados, en particular para el vacuno, que alcanzará máximos históricos.
La OCDE y la FAO prevén que la carne de aves se convierta en la más consumida en todo el mundo, por delante del porcino.
En cuanto a la pesca, el crecimiento de la acuicultura se concentrará sobre todo en Asia y superará a la pesca de captura para consumo humano ya en 2014.
El consumo y la producción de biocombustibles aumentarán más del 50 %, sobre todo por la contribución del etanol y del biodiésel; los precios del etanol aumentarán en línea con los del petróleo crudo, mientras que los del biodiésel seguirán más bien la tendencia de los de los aceites vegetales.
En cuanto al azúcar, después del debilitamiento de los precios de 2013, comenzarán a aumentar, empujados por una fuerte demanda mundial, y las exportaciones procedentes de Brasil, el mayor productor mundial, estarán influidas por el mercado del etanol.
Los precios de los lácteos caerán ligeramente desde los niveles actuales por las mejoras en la productividad en la mayor parte de los países productores y por la recuperación del crecimiento en China.
La India se convertirá en el primer productor de leche del mundo y superará a la Unión Europea, sobre todo en el ámbito de la producción de leche en polvo desnatada.
En este informe, la FAO y la OCDE centran su atención en India y explican que el país «es el segundo más poblado del mundo con el mayor número de agricultores y también con el mayor número de personas que padecen inseguridad alimentaria».
Además, el informe destaca que la nueva Ley Nacional de Seguridad Alimentaria es la iniciativa más importante para el derecho a la alimentación aprobada hasta el momento en India, pues contempla que más de 800 millones de personas se beneficien de la asignación de raciones subvencionadas de cereales.
Las subvenciones en el uso de fertilizantes, pesticidas, semillas, agua y luz, entre otras, han contribuido a un fuerte crecimiento anual de la producción agrícola de India en la última década, constató el informe.