Desde APAG Extremadura Asaja han querido trasladar en primer lugar su más profundo agradecimiento a bomberos, sanitarios, fuerzas de seguridad, personal de apoyo, agricultores y vecinos de las zonas rurales que, con enorme esfuerzo y generosidad, están trabajando sin descanso para mitigar los devastadores efectos de los incendios que están asolando esta tierra. Asimismo, expresan sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas que tristemente han perdido la vida en esta tragedia. Sin embargo, de forma paralela denuncia «la falta de responsabilidad e inacción de las administraciones ante la tragedia de los incendios».
Durante los últimos días, el presidente, Juan Metidieri, ha visitado zonas afectadas, especialmente en la provincia de Badajoz, como Valdecaballeros, Llerena o la Sierra de Bienvenida. Allí, agricultores y ganaderos han relatado de primera mano las graves consecuencias que los fuegos han provocado: miles de hectáreas calcinadas, olivares destruidos, infraestructuras dañadas, ganado y colmenas perdidos. Por eso, cree que «a magnitud de esta catástrofe obliga a reflexionar y a exigir responsabilidades.
«No podemos aceptar que se atribuya todo lo sucedido únicamente al azar. Puede haber incendios fortuitos, pero no una repetición constante. Lo cierto es que las políticas aplicadas en las últimas décadas desde Bruselas, el Ministerio y la Junta han resultado profundamente equivocadas. Normas y restricciones impuestas a través de la Red Natura 2000, las Reservas de la Biosfera y la Agenda 2030, por poner algunos de los muchos ejemplos, han expulsado a la gente del campo, contribuyendo a la despoblación rural y a un abandono del territorio que hoy se convierte en combustible para las llamas».
«MIENTRAS SE ECHAN BALONES FUERA ENTRE ADMINISTRACIONES, NADIE HABLA DE AYUDAS PARA LOS AFECTADOS QUE LO HAN PERDIDO TODO”
En este sentido es muy claro al señalar que «el verdadero maltrato medioambiental no es el que se denuncia desde los despachos, sino el abandono de los montes, de los cauces de los ríos, de las cunetas de las carreteras y de los campos, que permanecen sin limpiar, acumulando material inflamable durante años.
Por eso, denuncian «la profunda indignación del mundo rural, siente que siempre se nos utiliza como «tontos útiles»: cuando hace falta, los agricultores y ganaderos siempre estamos ahí, como lo demostramos en la pandemia. Sin embargo, cuando pedimos soluciones y ser escuchados, se nos ignora».
Tras critica que «mientras se echan balones fuera entre administraciones, nadie habla de ayudas para los afectados. No hemos escuchado ni del Gobierno de España ni del Ejecutivo autonómico una sola medida concreta para apoyar a agricultores, ganaderos y apicultores que lo han perdido todo».
Por ello, desde Apag Extremadura Asaja exige
1. Ayudas inmediatas y directas para agricultores, ganaderos y apicultores afectados.
2. Que no se apliquen penalizaciones de la PAC en las zonas calcinadas.
3. Un plan real de prevención de incendios, consensuado con el sector agrario y ganadero, porque somos quienes mejor conocemos el terreno.
4. Un cambio radical en las políticas medioambientales y rurales, que devuelva la gestión y el cuidado del territorio a quienes lo habitan y trabajan.
«No podemos aceptar más excusas. Las zonas rurales, la base de la economía y de la vida en Extremadura, no pueden seguir abandonadas a su suerte. Si los responsables políticos no cambian de rumbo, nos llevan a la ruina y a un futuro de total incertidumbre», se lamentan desde la organización.
Finalmente, desde Apag Extremadura Asaja reiteran su disposición a trabajar y colaborar en la búsqueda de soluciones reales, «pero exigimos respeto y escucha a quienes, desde hace generaciones, cuidamos de esta tierra».
