El ganadero Borja Domecq Solís ha fallecido este lunes 23 en el Hospital General de Mérida a los 74 años de edad a consecuencia de una neumonía provocada por el coronavirus. El ganadero de Jandilla, que durante los últimos años había sufrido varios problemas de salud, no ha podido superar los problemas derivados del virus que tantas muertes está causando en España.
Aunque nacido en Pamplona, ciudad a la que le unía un estrecho afecto y de donde era su madre Matilde Solís Beaumont, Borja Domecq era un jerezano de pura cepa. Era hijo del ganadero Juan Pedro Domecq Díez, titular de la vacada que lleva el nombre de la legendaria finca familiar de Vejer de la Frontera y creador de la ganadería de Vegahermosa.
Nieto de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, hijo de Juan Pedro Domecq y Díez y hermano de Juan Pedro y Fernando Domecq Solís, Borja Domecq venía de una de las más destacadas estirpes ganaderas. Relacionado desde siempre con la cría del toro bravo, tomó las riendas del hierro de Jandilla en 1987, cuando su hermano Fernando creó la ganadería de Zalduendo.
Posteriormente, trasladó la vacada de Vejer a Mérida a las fincas “Don Tello” y “Los Quintos” donde residía, y en 2016 dejó la gestión del hierro a unos de sus dos hijos, Borja Domecq Noguera.
Desde entonces, los toros de Jandilla han sido protagonistas de grandes tardes en todas las ferias de España y Francia, sabiendo combinar el gusto de aficionados y toreros por su calidad y bravura, además de ser la simiente a partir de la que se han creado numerosas vacadas del campo bravo. En 2002 creó el hierro de Vegahermosa, que puso a nombre de sus dos hijos.
En el aspecto personal, Francisco de Borja Domecq Solís se casó con Fátima Noguera Espinosa, con la que tuvo dos hijos, Borja y Fátima.
El 31 de octubre de 2016, Borja Domecq dejó la ganadería en manos de su hijo Borja, aunque siempre ha mantenido el contacto con la divisa, viajando allí donde se anunciaban sus toros.