El director general de Desarrollo Rural, José Luis Gil, ha visitado las obras que se llevan a cabo en el puente de La Lavadera, en el límite entre Aldea del Obispo y Trujillo, en la Dehesa Palazuelo del Marqués. Este puente presenta numerosas patologías provocadas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, además de las crecidas puntuales del río que hacen que el agua supere su altura, arrastrando materiales del tablero, el relleno y los pretiles. Para su reparación, cuenta con un presupuesto de 30.000 euros.
El puente de La Lavadera está construido en mampostería de pizarra con un rejuntado de mortero de cal y tiene nueve arcos de distintas dimensiones ligeramente apuntados. Salva el cauce del río Tozo y fue utilizado durante siglos en las largas rutas de la trashumancia castellana.
La visita al puente ha coincidido con la bajada de un rebaño de 250 vacas procedente de la Sierra de Gredos en Ávila a las dehesas de Cornalvo en Mérida, aprovechando la Red de Vías Pecuarias de Extremadura.
Las vías pecuarias son bienes de dominio público que constituyen un patrimonio histórico, cultural, social y natural de gran interés. Durante siglos, han canalizado los desplazamientos periódicos del ganado para cubrir las distancias entre las zonas con pastos de verano de las áreas montañosas septentrionales y las zonas con pastos de invierno de las llanuras del Sur.