En concreto, la industria del vino va a contar con ayudas para la promoción en mercados de terceros países, para la eliminación de subproductos destinadas a los destiladores autorizados y para mejorar las condiciones de producción o comercialización y el desarrollo de nuevos productos, procedimientos y tecnologías.
Los beneficiarios serán los viticultores que realicen en sus parcelas de viña, una o varias actividades en lo que se refiere a reimplantación de viñedos, reconversión varietal y mejora de las técnicas de gestión. Asimismo, Teniente adelantó que el plan seguirá conteniendo medidas para la reestructuración y reconversión del viñedo.
La vicepresidenta entregó el Primer Premio Gran Espiga al vino más puntuado, que recayó en el vino Caraval Rasgo, de Bodegas Carabal de Alía.
Otros primeros premios en blancos, rosados, tintos cosecha, roble, crianza y reserva se concedieron a los vinos Emperador de Barros, Zaleo, Real Provisión, Caraval Rasgo, Carabal Cavea y Torremayor, respectivamente.
La Primera Espiga Tapón de Corcho fue a parar a Caraval Cavea.
En el acto intervino también el presidente de Caja Rural de Extremadura, Román Prieto, como anfitrión del evento, y el presidente del Grupo Corporativo Ibérico, José Luis García.
Asistieron, además, el coordinador General de la Presidencia, Juan Parejo; el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández; el consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri Lomo; y el presidente del Parlamento, Fernando Manzano.