Una capacitación que ha supuesto una inversión de casi 1.800.000 euros para el desarrollo de 44.000 horas lectivas destinadas a incrementar los conocimientos en diferentes profesiones ligadas al medio rural, así como a promover el uso de las nuevas tecnologías en el sector agrario.
En opinión del director general de Desarrollo Rural de Extremadura, José Luis Gil Soto, la formación es necesaria para que “los profesionales del sector estén preparados para incorporar la modernidad a las explotaciones, a la agroindustria y a los canales de comercialización”.
“Además, la formación en emprendimiento para el dinamismo en las zonas rurales viene a completar la oferta formativa esencial para el desarrollo rural”, ha agregado Gil Soto, quien ha remarcado que “nuestros profesionales están mucho más formados y más preparados para el campo del siglo XXI”.
Certificaciones de capacitación
Una de las grandes áreas temáticas de los cursos se ha centrado en los certificados de capacitación exigibles para la obtención del carné que capacita para la aplicación de plaguicidas de uso agrario y ganadero y de bienestar animal, tanto para transportistas como para ganaderos.
Métodos de control de plagas, riesgos para la salud y el medio ambiente derivados de la utilización de productos fitosanitarios, gestión agraria y tecnológica, y contabilidad han sido otros de los temas impartidos en los cursos.
Un aprendizaje que en el área empresarial ha permitido a los asistentes conocer la legislación relacionada con la actividad a desarrollar y el asociacionismo agrario, y adentrarse en el campo de la comercialización, la fiscalidad y la seguridad social agraria.
En el marco de las actividades formativas específicas, que han tenido como objetivo fundamental el mejorar la competitividad del sector agrario, los profesionales han recibido cursos sobre aplicaciones informáticas en las explotaciones agrarias y el uso de las nuevas tecnologías en la gestión y administración de empresas del medio rural.
La comercialización, otro de los pilares del sector agrario, ha centrado también buena parte de los cursos, cuyos participantes han tenido la oportunidad de conocer y mejorar los planes de actuación comercial a través de Internet.
Diversificar la actividad económica
Otro bloque de seminarios emprendido en Extremadura se ha centrado en la diversificación de la actividad económica, línea de actuación clave para que los municipios no dependan exclusivamente de la agricultura.
Generación de ideas de negocio en zonas rurales, herramientas para la creación de empresas, el agroturismo y la agricultura y ganadería ecológica son algunas de las experiencias formativas que se han impartido en numerosas localidades extremeñas.
Nuevas oportunidades de empleo y yacimientos de negocio a los que también han ido destinados los cursos monográficos en los que los habitantes del medio rural han tenido la oportunidad de aprender oficios tradicionales para los que existe demanda, pero no suficientes profesionales.
Es el caso de podadores de árboles, esquiladores de oveja, levantadores de muros de piedra y de desbroce y limpieza de montes, entre otras profesiones.