Además, cree que es excesivo el aumento de la superficie del paquete dedicado a las advertencias sanitarias (75 por ciento de la parte frontal y posterior del paquete), así como la posibilidad de dejar al Estado miembro estandarizar el paquete.
En su opinión, hay que tener en cuenta además que estas medidas no cambiarán los hábitos de los consumidores, como revelan encuestas europeas difundidas recientemente.
Por ello, afirma que si lo que se pretende es reducir el consumo de este producto, especialmente entre los menores de edad, la solución no es acometer restricciones tan importantes para los productores de la UE en general, y de Extremadura en particular, mientras esas mismas restricciones no sean aplicadas de la misma manera en otros países productores no europeos.