Entre las propuestas extremeñas recogidas en este nuevo borrador, el consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri, destaca la relativa a la pureza del ibérico de bellota, al permitir hasta un 50% de pureza, en lugar de ceñirse al 100% como se decía en el anterior borrador. Además, otras alegaciones extremeñas que se incluyen hacen referencia a los controles y etiquetado para mejorar la información al consumidor.

   “En este nuevo borrador se acercan más las posturas a los intereses extremeños, pero nosotros seguimos insistiendo en defender el acuerdo estratégico que se firmó en marzo con todo el sector”, señala el consejero.

   Extremadura está de acuerdo en la necesidad de preservar la raza y en que el control del factor racial es fundamental, y defiende que la supervivencia de la raza ibérica se conseguirá con la pureza de los progenitores y su correspondiente inscripción en el libro genealógico.

   Sin embargo, el Gobierno de Extremadura, como ha manifestado su presidente, José Antonio Monago, se opone a que la norma contemple el cerdo de rejilla como ibérico. La Comunidad Autónoma entiende que el cerdo ibérico es un animal rústico, que necesita su tiempo y su espacio para poder depositar la grasa entre las fibras musculares, grasa responsable de los sabores y aromas típicos de los productos de calidad que demanda el consumidor.

   La comunidad extremeña defiende que una misma figura de calidad no puede equiparar a un productor que debe disponer de 10.000 metros cuadrados, con otro que mantiene a sus animales en menos de dos metros cuadrados, y amparar ambos bajo el distintivo de calidad que sólo el término ibérico ofrece.

   Esta es la principal reclamación desde la Comunidad Autónoma, y para pulir éstas y otras cuestiones se ha convocado al sector a una reunión el 11 de diciembre, para defender el acuerdo marco aprobado en marzo en la región, insiste el consejero extremeño.

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