En este foro, el director general ha destacado que la desertificación afecta directamente a 250 millones de personas, y que tiene como causas principales el pastoreo intensivo, la pérdida de masa forestal y la erosión. Además, ha dicho, la sequía, el abuso de los recursos hídricos y los incendios forestales son los factores más importantes que la impulsan.
Todo ello, ha señalado, provoca cambios en la biodiversidad, la reducción de biomasa, la pérdida de suelo y la perturbación del ciclo hidrológico.
Ante esta situación, Enrique Julián Fuentes, ha incidido en algunas medidas puestas en marcha por el Gobierno de Extremadura, sobre todo en materia de prevención de incendios. Entre ellas, destacan la mayor inversión en prevención (este año el Ejecutivo regional destina casi 20 millones de euros, frente a los 10 de años precedentes), la continuación de los trabajos en montes y bosques, y el aprovechamiento de la ganadería para eliminar combustible.
En este sentido, ha recordado que la Administración regional aboga por el pastoreo y las quemas controladas como medidas fundamentales para prevenir incendios forestales, así como tratar esta problemática desde la escuela.
Estas aportaciones, ha indicado, ayudarán a frenar la desertificación. Los objetivos fundamentales que deben perseguir las líneas de actuación en esta materia, deben ser, a su juicio, aumentar la superficie de terrenos agrícolas y forestales, restaurar terrenos degradados, hacer un buen uso de los recursos hídricos y prevenir incendios forestales; aspectos en los que trabaja ya el Gobierno extremeño.