EFE.- El presidente ejecutivo de CropLife Latin America, José Perdomo, consideró, en una reunión con periodistas en el marco de un foro internacional, que se debe ayudar a los pequeños y medianos agricultores a organizarse y para ello se requiere un trabajo conjunto en el que también está involucrado el Estado.

«Si vemos que el 70 % de alimentos vienen del pequeño y mediano agricultor, y si se les ayuda a que sean más productivos» se «irradiará riqueza», dijo el guatemalteco Perdomo quien cree indispensable que haya políticas gubernamentales «más proactivas» para el sector.

Consideró que el pequeño agricultor «siempre va a tener un protagonismo» en la economía y mencionó como ejemplo a la cooperativa «4 Pinos», en Guatemala, que exporta millones de kilos de productos tras haberse organizado por iniciativa propia.

Nancy Chunchun, integrante de la cooperativa, comentó a Efe que la agrupación comenzó con tres mujeres de la tercera edad y ahora suman 450 féminas de distintas edades que exportan actualmente mini vegetales a Estados Unidos.

«Ahorita estamos exportando cinco millones de libras al año y para 2015 tenemos contemplado llegar a los seis millones», dijo Chunchun, que participa en el foro internacional CropLife Latin America que discute, en la capital ecuatoriana, el potencial de la pequeña y mediana agricultura en la región.

«Pareciera que somos más, pero es porque conocemos el secreto de la multiplicación. Sabemos como administrar el dinero, de sentido común, de conciliar y de cultivar la tierra», señala la Cooperativa «4 Pinos» en su folleto de presentación en el que aseguran que siempre fueron empresarias.

«La diferencia, apuntan, es que ahora nos hemos reconocido y decidimos actuar y decirlo al mundo».

Para Perdomo, entre los mayores desafíos que actualmente deben afrontar los pequeños y medianos agricultores figuran la financiación, la mejora en la prácticas agrícolas, el acceso a la tecnología y la comercialización.

El mexicano Roberto Giessemann, presidente de la Junta Directiva de CropLife Latin America, remarcó la importancia de al educación y señaló que ésta tarea de todos, por lo que mencionó entre los involucrados tanto a los propios agricultores como a los proveedores, consumidores y al Estado.

Asimismo, destacó la importancia de que se apueste por la mejora de la productividad basada, también, en el uso de tecnologías y productos creados en busca de mejores prácticas.

«Hay que creer en la ciencia y la tecnología», dijo el representante de CropLife, una organización gremial internacional sin fines de lucro que representa a la industria de la ciencia de cultivos, integrada por nueve compañías y una red de asociaciones en 18 países de la región.

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