EFE.- Varios expertos han analizado la conexión entre los recursos hídricos, la agricultura y los alimentos en el VII Foro Agua para el Desarrollo, organizado por la Fundación Canal, coincidiendo con la conmemoración hoy, del Día Mundial sobre el Medio Ambiente.
Para ilustrar la escasez hídrica, Fereres ha citado un informe del Servicio de Meteorología de EEUU, según el cual si dentro de la superficie de la Tierra se representara la proporción de agua disponible tendría el tamaño de una esfera equivalente a la distancia entre Madrid y Bruselas.
A esta limitación se une la creciente demanda de alimentos, que aumentará el 110 % de aquí a 2050 y el grave problema de los millones de personas que pasan hambre, según Fereres.
En cuanto a la disponibilidad de agua, ha subrayado que casi un 70 % se destina a la agricultura y, en este punto, ha resaltado la expansión del regadío, que permite incrementar las cosechas y evitar fluctuaciones entre campañas.
Sin embargo, ha señalado, en las últimas décadas se ha perdido productividad en la agricultura y, sobre todo, no se han conseguido cultivos que resistan la sequía.
Ha citado que la multinacional de transgénicos Monsanto publicitó un maíz híbrido resistente a la sequía, pero que a su juicio de sus anuncios se deduce que era "inmedible" su alcance en la producción.
En el caso del regadío, ha señalado que se ha superado el desafío de la "ingeniería" y que la cuestión es lograr un uso "óptimo".
En España, según el catedrático, ha habido un progreso "notable", hasta situarse como el segundo país con tecnologías más desarrolladas de riego, por detrás de Israel; un 30 % del riego en España es por superficie, un 22,5 % por aspersión y un 47 % por goteo (en Andalucía el goteo ascendería al 70 %).
Otro reto, según Fereres, es la "brecha" entre los rendimientos agrícolas, pues con la misma cantidad de agua se obtienen 4 u 8 toneladas de trigo en Castilla-La Mancha, mientras que en Nebraska (EEUU) se cosecharían 10 o 15 toneladas.
Por otra parte, ha insistido en que las poblaciones "deberán acostumbrarse" a un reparto equitativo del agua y a conflictos como el de la construcción de una presa en Etiopía para uso energético, a la que se oponen Egipto y Sudán, que necesitan los sedimentos del Nilo.
El presidente de la Academia de Ingeniería ha recalcado que, además, ha habido un "frenazo" a la investigación agraria en los países desarrollados, especialmente en EEUU, aunque considera que hay "esperanza" en países emergentes como China.
Fereres ha admitido que existe una gran "incertidumbre" sobre el alcance del cambio climático en la reducción de la oferta alimentaria.
Los más optimistas, ha añadido, creen que se puede solucionar con mejoras de las tecnologías, reducción en la pérdida de alimentos o la expansión de la acuicultura; los pesimistas insisten en que el panorama se presenta "difícil" y en que el desafío para los científicos es muy superior al del siglo XX.