Los guardias civiles comprobaron que el hombre transportaba una oveja adulta y seis corderas en una furgoneta isotermo, que no reunía las condiciones para el traslado de animales vivos.

    Además, uno de los animales tenía las cuatro patas atadas, una práctica que ésta prohibida durante el transporte.

    Si bien los animales se encontraban perfectamente identificados y bajo guías legales de transporte, carecían del resto de autorizaciones y permisos, se transportaban en un vehículo no autorizado, bajo prácticas prohibidas que no evitan el sufrimiento del animal o con deficiencias en su manipulación, higiene y autorizaciones, siendo su destino el matadero.

    Las nueve infracciones en materia de sanidad animal han sido puestas en conocimiento del Servicio de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en Burgos y otras tres, en materia de seguridad vial, dirigidas a la Jefatura Provincial de Tráfico.

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