En cambio, los fabricantes de pienso no han trasladado esos fuertes descensos a sus productos, provocando la asfixia de costes a los ganaderos salmantinos que en estos momentos están pagando máximos históricos por la alimentación de sus animales.
ASAJA Salamanca exige a los fabricantes de pienso que se ajusten a la realidad del mercado con una rebaja inmediata del precio del pienso, que en estos momentos supera los 30 céntimos por kilo.