Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha denunciado la situación económica actual de la mayoría de productores españoles de almendra que han visto cómo los precios han caído hasta niveles de hace diez años. La organización destaca que el precio de la almendra común, que representa más del 65% de la producción, se ha desplomado desde 2015 casi un 200% y respecto de la campaña pasada lo ha hecho en un 85%, por lo que exigen medidas urgentes y más controles.

La organización identifica la especulación, las prácticas desleales y la falta de transparencia en la formación de los precios como las principales causas de haber llegado a la situación actual, en una cadena alimentaria que, como ya se viene denunciando, continúa presentando grandes desequilibrios perjudicando al sector productor y que, concretamente, este año se ha visto agravado por el coronavirus y el cierre de la hostelería.

A estas causas, se le suma, además, la pérdida de competencia de las producciones españolas frente a las procedentes de otros países donde producir es mucho más económico por el nivel mucho menor de exigencias de todo tipo.

En este sentido, Unión de Uniones critica que la Comisión Europea no incluyese a las almendras norteamericanas en el listado de productos con sanciones arancelarias y que el Ministerio español no haya insistido lo suficiente en este punto.

PLAN DE RECONVERSIÓN, RECUPERACIÓN DE LA AYUDA NACIONAL DE FRUTOS SECOS O UN ECOESQUEMA ESPECÍFICO, ENTRE LAS PROPUESTAS PARA IMPULSAR EL SECTOR

«El cultivo de la almendra tradicional de secano está agonizando», comentan desde Unión de Uniones. «En muchos casos los productores están condenados a la quiebra porque no pueden reconvertirse, sin alternativas productivas».

Según un informe realizado por los técnicos del sector, que exigen medidas urgentes, la renta media de los productores de almendra es un 23% inferior a la renta de la campaña pasada, presentando una disminución de 56 millones de euros en ingresos. No obstante, si se compara con la campaña 2015, los ingresos descendieron en más de 200 millones de €, lo que significa que los ingresos fueron casi la mitad que en 2015.

Asimismo, las ayudas vinculadas de alguna manera a este cultivo, ya sean directa o indirectamente, se calculan que han disminuido en un 80%, lo que complica aún más la situación del sector.

La organización ha presentado propuestas que exigen medidas urgentes en el marco de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para recuperar en 2021 la ayuda nacional a los frutos de cáscara priorizando las plantaciones tradicionales de secano. Asimismo, la sectorial considera necesario estudiar las posibilidades de aumentar el presupuesto de la ayuda asociada a criterios geográficos, climatológicos o renta y del establecimiento de un ecoesquema específico para frutos secos de bajo rendimiento.

Igualmente, cree oportuno que se ponga en marcha de un plan de reconversión al que pudiera acogerse prioritariamente las zonas de secano con menor rendimiento y en el que la administración se tendría que implicar económica y técnicamente.

×